Cómo gestionar el malestar emocional ante un San Valentín en soledad

Está claro que no es lo mismo estar solo que sentirse solo, y pocos momentos del año reflejan mejor este hecho que el día de San Valentín. Algunas personas que no tienen pareja experimentan esas 24 horas tal y como lo harían con cualquier otro día, mientras que otras lo pasan realmente mal y prefieren hacer lo posible por evitar pensar en lo que les marca el calendario.

Si estás entre quienes conforman este segundo grupo de gente soltera, sigue leyendo. Aquí daré algunos consejos generales sobre qué hacer ante el malestar emocional desatado ante un día de San Valentín sin tener pareja.

¿Cuál es la causa del malestar psicológico ante un San Valentín en soledad?

Hay dos principales tipos de situaciones en las que algunas personas que no están casadas ni tienen novio o novia pueden llegar a sentirse muy mal durante un San Valentín.

En primer lugar, están quienes hace poco que han salido de una relación amorosa y aún están viéndose afectados por el duelo psicológico que eso produce. A fin de cuentas, el final de un noviazgo o de un matrimonio es vivido como una pérdida de algo a lo que nos unía un fuerte vínculo afectivo y que ya no nos acompaña en el presente, por lo que hay que adaptarse a una nueva realidad, proceso que suele resultar emocionalmente desgastante.

En segundo lugar, tenemos a quienes viven su soltería como un problema porque llevan tiempo buscando iniciar una relación de pareja y no se ven capaces de ello; en este caso, el malestar no está asociado a la pérdida, sino más bien a problemas de autoestima y en algunos casos a la envidia generada por quienes parecen ser felices en un matrimonio o noviazgo.

En estas dos clases de situaciones, el día de San Valentín actúa como un catalizador de las vulnerabilidades psicológicas que ya estaban afectando a la persona; este momento del año hace que aparezcan múltiples recordatorios acerca de lo que se supone que es vivir una relación de pareja perfecta o, en algunos casos, acerca de las expectativas generadas alrededor del matrimonio como una de las fases del camino hacia el éxito personal.

Dicho de otro modo, la maquinaria promocional y mediática organizada alrededor de este día del año hace que muchas personas se sientan obligadas a posicionarse ante lo que se supone que es “el amor verdadero”, la relación de pareja perfecta, e incluso quienes critican esta tradición lo hacen porque sienten la presión social de reaccionar ante lo que significa un San Valentín a solas o en pareja.

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Consejos para gestionar el malestar emocional ante un San Valentín sin tener pareja

Lo primero que debes tener claro es que, tal y como ocurre con todos los problemas de tipo psicológico, cada caso es único, lo cual significa que no puede existir un manual 100% infalible de pasos a seguir para sentirse bien en el día de San Valentín.

La solución pasa por tener en cuenta tanto el contexto en el que vivimos, el contexto en el que hemos vivido, y nuestras características personales. Y precisamente porque lo mejor es poner el foco en la experiencia de cada individuo, la manera más eficaz de abordar estos casos consiste en ir a psicoterapia, dado que los profesionales de la psicología estudian las particularidades de cada paciente. Ahora bien, si por el momento no te planteas dar este paso o quieres combinarlo con una ayuda extra, sigue estos consejos a modo de pautas y recomendaciones generales.

1. Acepta lo que sientes en el presente

En primer lugar, es importante que no llegues a la conclusión de que el malestar emocional generado por un día de San Valentín a solas puede ser superado negando ese malestar, haciendo como si no existiera. Eso solo te llevará a sentirte peor por la frustración de no ser capaz de bloquear ese sentimiento ni los pensamientos intrusivos asociados a la soledad no deseada o a la nostalgia por una relación que ya terminó.

Acepta lo que sientes en el aquí y ahora para dejar de limitarte a reaccionar a ello sin ser capaz de tomar la iniciativa. Para pasar página debes ser capaz de comprender en qué momento de tu vida estás y no negar aquello que te afecta.

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2. Transforma el malestar emocional en una fuerza motivadora

La angustia, la soledad no deseada y el resto de experiencias vinculadas al dolor emocional pueden ser transformadas en algo que nos motive a progresar en nuestras vidas; a fin de cuentas, si las emociones incómodas existen es por algo. La cuestión no es evitar sentirnos mal, es evitar entrar en un bucle de autosabotaje y autocastigo como si tuviéramos la culpa de pasar por malos momentos.

En este caso, puedes usar ese disconfort como una señal de que debes reconciliarte con tu pasado y con tu presente, aprender de los errores, y mirar hacia el futuro de una manera constructiva. El malestar emocional puede ser reformulado como una señal de que debemos “obligarnos” a hacer cosas que van más allá de nuestra zona de confort (la cual en estos casos suele consistir en evadirnos del presente mediante pasatiempos que no exijan esfuerzo ni concentración, como comer sin hambre o ver la televisión) y reestructurar nuestro día a día para conectar con proyectos que nos ilusionen y nos motiven: empezar de una vez a escribir la novela que llevamos años planeando, lanzarnos a hacer amigos en la app que nos habíamos resistido a usar, empezar a estudiar un idioma con el que sentimos una afinidad espacial, etc.

3. No descuides el resto de facetas del amor más allá de la pareja

Aunque el día de San Valentín tenga asociada una fuerte carga cultural que “nos viene dada” a través de la sociedad en la que vives (por ejemplo, a través de los anuncios de televisión, las películas románticas, etc.), siempre tenemos margen de maniobra para darle un significado distinto; es decir, para hacer un San Valentín a nuestra medida. Por ejemplo, puedes transformar estas fechas en una excusa para hacer actividades en familia o con otros seres queridos, resignificando las tradiciones vinculadas a este día. ¿Te has preguntado si tienes amigos o amigas que estén pasando por algo parecido a lo que te pasa y que agradecerían tener planes contigo?

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4. No descuides las rutinas saludables

Deberías adoptar una serie de rutinas de autocuidado (físico y mental) para evitar que estos malos momentos te lleven a “engancharte” a un mal hábito, algo relativamente común en quienes pasan por una crisis. Son especialmente comunes los casos de recaídas en adicciones que uno y creía superadas (por ejemplo, el tabaquismo) y los problemas del sueño generados por un horario desestructurado y las dificultades para dormir a la hora que nos conviene. Una vez esto ha ocurrido, es más difícil volver a la senda de los hábitos saludables y, a la vez, somos más vulnerables a la ansiedad.

5. Si estás triste en San Valentín, reconcíliate con la soltería

No olvides que no hay ninguna ley natural que diga que la manera “normal” de vivir la vida consiste en tener pareja. Es perfectamente posible ser feliz en la soltería, y de hecho, el no tener novio, novia, marido o esposa tiene una serie de ventajas que conviene considerar. De hecho, puede ser un buen momento para que la escribas en un listado y luego las ordenes según la importancia que les das.

¿Puede ser que haya desarrollado depresión por San Valentín?

Que te sientas triste no significa que tengas depresión por San Valentín, ni implica que hayas desarrollado una psicopatología. Normalmente, este tipo de experiencias pasajeras no son suficientes por sí mismas para dejar secuelas psicopatológicas que tengan la capacidad de durar a medio o largo plazo. Ahora bien, es importante que si notas que este día te afecta mucho emocionalmente, no descuides tu salud mental y vayas realizando un seguimiento sobre tu estado anímico; por ejemplo, rellenando un diario personal antes de irte a dormir cada noche. Si notas que pasan las semanas y sigues sintiéndote mal, es recomendable que asistas a psicoterapia.

Ten en cuenta que no hace falta que tu malestar encaje con los criterios diagnósticos de un trastorno psicológico para que te convenga ir al psicólogo. Por ejemplo, el duelo producido por el fin de una relación amorosa raramente se transforma en una psicopatología, pero son muchos quienes optan por ir a terapia y se benefician de ello.

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¿Necesitas apoyo psicológico profesional?

Si estás buscando servicios de psicoterapia debido a problemas de tipo emocional, te invito a que te pongas en contacto conmigo.

Mi nombre es Paloma Rey Cardona, soy Psicóloga General Sanitaria, y atiendo a personas de todas las edades; las sesiones pueden ser realizadas presencialmente o a través de videollamadas.