En los medios de comunicación, los discursos que recibimos acerca del cambio climático están divididos. Por una parte, se encuentran aquellos que, a pesar de tratarse de un fenómeno ampliamente estudiado por la comunidad científica y expuesto por organismos internacionales, promulgan mensajes que omiten los efectos directos del cambio climático en nuestra cotidianidad. En su lugar, estos discursos acaban sosteniendo cierta lejanía de los efectos del cambio climático, planteándolo como un problema cuyos efectos inmediatos son reductibles al derretimiento de los polos o a un leve aumento de temperatura, pero que a futuro tendrán consecuencias graves. Sin embargo, esta visión “aplazada” del cambio climático acaba negando sus efectos en la actualidad, y por lo tanto, también la capacidad de accionar colectivamente ante este fenómeno.
Afortunadamente, cada vez existen más plataformas mediante las cuales expertos en el tema comunican sus saberes a la comunidad en pos de transmitir un discurso diferente. Las personas tenemos la posibilidad de actuar para revertir el cambio climático, pero para ello es necesario reconocer que el cambio ya está sucediendo. Sus efectos, aunque sean percibidos como sutiles, no pueden ser pasados por alto. En relación a las consecuencias del cambio climático, algo que no tiende a considerarse es que este fenómeno no sólo tiene efectos en nuestro planeta, sino también en la mente humana. En este artículo desarrollaremos a qué hace referencia el cambio climático y detallaremos cuáles son los efectos psicológicos del mismo.
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¿Qué es el cambio climático?
Hablar de “cambio climático” puede ser confuso, ya que el término refiere a toda alteración en las temperaturas del planeta y patrones climáticos que se sostienen en el largo plazo. Por lo tanto, se trata de una definición aplicable a cambios producidos de manera natural, como alteraciones en la actividad volcánica o solar. No obstante, el término “cambio climático”, en tanto fenómeno actual, alude a una serie de cambios producidos a partir de la acción humana. Éstos comenzaron a gestarse a principios del siglo XIX, fecha que coincide con el pleno apogeo de la Revolución Industrial.
A partir de este período se produjo un aumento progresivo de la quema de combustibles fósiles como carbón o petróleo, lo que generó emisiones de gases del efecto invernadero. Éstos retienen energía en la atmósfera y alzan la temperatura del planeta, lo que permite, aunque de manera reducida, explicar el hecho de que la mayoría de las alteraciones climáticas en nuestro planeta se deban al accionar humano por sobre otros motivos. Algunos investigadores incluso sostienen que más del 90% de las causas del cambio climático son atribuibles al hombre.
Los efectos del cambio climático en el planeta
Para dentro de 75 años, la subida de la temperatura promedio del planeta será de 1,0°C a 3,5°C. Algunos de los efectos que la comunidad científica prevé para el futuro son el aumento de la demanda de energía para la refrigeración, una mayor demanda de agua, la disminución en la calidad del aire, el aumento del riesgo de mortalidad debido al calor, el aumento de áreas afectadas por las sequías, entre otros.
Sin embargo, como mencionamos anteriormente, muchos efectos son tangibles en la actualidad. De acuerdo con las Organización de las Naciones Unidas, se ha registrado que a partir de los años ochenta cada década ha sido más calurosa que la anterior. También se ha producido un aumento del nivel del océano y de su temperatura. Por otra parte, las sequías son cada vez más habituales en regiones que son de por sí secas. El cambio climático también ha ocasionado inundaciones, ya que, a medida que se elevan más las temperaturas por el aumento de la concentración de gases de efecto invernadero, también así aumenta la humedad, ocasionando precipitaciones cada vez más intensas y extremas.
Los efectos psicológicos del cambio climático
En la actualidad, el cambio climático repercute en nuestra calidad de vida, no sólo en un sentido biológico-orgánico, sino también desde una dimensión subjetiva humana. De acuerdo con una investigación llevada a cabo por la Universidad de Magallanes, en Chile, una de las dimensiones que contribuyen a un mayor bienestar psicológico, el sentirse en control de las situaciones que ocurren a nuestro alrededor, se vio afectada negativamente por la percepción de los efectos del cambio climático en la zona. En el mismo estudio se señala que un alto porcentaje de los participantes sostuvo que los aspectos de su vida más afectados por las consecuencias percibidas del cambio climático fueron el estado de ánimo y la salud física en general.
Una conclusión interesante a la que se arribó en este estudio refiere a que es la vivencia subjetiva la que significa los efectos del cambio climático. Esto implica que el hecho de que percibamos estos fenómenos depende, en cierta medida, del grado de conciencia que tengamos sobre el cambio climático.
Teniendo esto en cuenta, es lógico que las personas menos informadas acerca del tema no perciban los efectos psicológicos que el cambio climático puede acarrear en sus vidas (claro está, lo que no quita que esté repercutiendo en ellas de todos modos). Es necesario tomar conciencia acerca de los efectos del cambio climático para poder actuar rápidamente. Primero, llevando a cabo cambios individuales que estén dentro de las propias posibilidades, por más pequeños que sean, como reemplazar los plásticos, para así luego fomentar la acción en un plano colectivo. Caso contrario, podrían perpetuarse los efectos psicológicos del cambio climático en nuestras vidas. Veamos algunos fenómenos que emergen a raíz de él.
El duelo ecológico
Un estudio llevado a cabo por la Universidad de Iowa encontró que existe relación entre la aceleración del cambio climático con el aumento de factores de riesgo de conductas violentas y agresivas. Para ello, se examinaron investigaciones previas que sostuvieron que la relación entre cambio climático y violencia podría deberse a la migración por desastres ecológicos, la cual influiría en la agresión a nivel grupal. Es importante notar que la pérdida de un territorio requiere, asimismo, de un proceso de duelo. Actualmente, un concepto que se utiliza para designar al proceso de aceptar progresivamente la pérdida ambiental es el de duelo ecológico. Este fenómeno psicológico afecta a muchas personas, en especial a aquellas que habitan en zonas donde los efectos del cambio climático son más evidentes.
Avance Psicólogos
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La ecoansiedad
Por si fuera esto poco, en el último tiempo se han elaborado constructos teóricos empleados por prestigiosas organizaciones científicas como la Asociación Americana de Psicología que ponen a la luz los efectos psiquiátricos de este fenómeno global. Tal es el caso de la ecoansiedad, la cual refiere a la cronificación del miedo a un desastre ambiental. El miedo se trata de una respuesta esperable si tenemos en cuenta que los cambios ecológicos que están aconteciendo suponen una amenaza para nuestras vidas. De hecho, experimentar miedo puede ser adaptativo para actuar en consecuencia. No obstante, de no recibir tratamiento, el miedo podría volverse crónico. Por lo tanto, a pesar de no ser una psicopatología presente en los manuales diagnóstico, la ansiedad ecológica y otros conceptos relacionados apoyan el objetivo de poner sobre la mesa del campo científico la importancia de estudiar las consecuencias psicológicas del cambio climático.