5 errores comunes al intentar gestionar la Ansiedad

Es normal que, intentando gestionar la ansiedad, usemos estrategias que juegan en nuestra contra.

5 errores comunes al intentar gestionar la Ansiedad

La ansiedad es una experiencia emocional que todos podemos enfrentar en algún momento de nuestras vidas. Es una respuesta natural del organismo ante situaciones de peligro o estrés, pero cuando se vuelve abrumadora o persistente, puede afectar negativamente a nuestra salud física y mental. Afortunadamente, existen estrategias para gestionar y reducir la ansiedad, pero es importante tener en cuenta que no todas las técnicas son igualmente efectivas.

Errores frecuentes al itentar gestionar la ansiedad

En este artículo, exploraremos algunos errores comunes que muchas personas cometen al intentar gestionar la ansiedad. A menudo, estos errores surgen de conceptos erróneos o de intentar abordar la ansiedad de manera inapropiada. Al comprender estos fallos, estaremos mejor equipados para evitarlos y buscar enfoques más efectivos para enfrentar y controlar los momentos en los que nos sentimos ansiosos.

Empezaremos revisando estos errores uno a uno.

1. Evitar por completo las situaciones que generan ansiedad

Uno de los errores más comunes al intentar gestionar la ansiedad es evitar por completo las situaciones que la desencadenan. Es comprensible que queramos alejarnos de aquello que nos genera malestar, pero la evitación prolongada solo refuerza la ansiedad y limita nuestra capacidad para enfrentarla de manera efectiva.

Cuando evitamos situaciones que nos generan ansiedad, estamos enviando un mensaje a nuestro cerebro de que esas situaciones son peligrosas y deben ser evitadas. Esto refuerza la respuesta de ansiedad y nos hace más vulnerables en el futuro. Además, la evitación puede llevar a una disminución de la calidad de vida, ya que nos impide participar en actividades significativas y disfrutar de experiencias enriquecedoras.

En lugar de evitar por completo las situaciones que nos generan ansiedad, es más beneficioso enfrentarlas gradualmente. Esto se conoce como exposición gradual. Al exponernos de manera gradual y controlada a aquello que nos provoca ansiedad, podemos ir adquiriendo confianza y disminuyendo nuestra respuesta de ansiedad.

Es importante tener en cuenta que este enfoque debe ser realizado de manera segura y acompañado de estrategias de autorregulación, como la respiración profunda y el uso de técnicas de relajación.

Si sientes ansiedad al hablar en público, por ejemplo, en lugar de evitar las presentaciones, podrías empezar practicando frente a personas de confianza y luego ir aumentando el número de personas gradualmente. De esta manera, estarás desafiando tus miedos y enseñándole a tu cerebro que no hay peligro real.

2. Autoexigencia excesiva y perfeccionismo

Otro error común al intentar gestionar la ansiedad es caer en la trampa de la autoexigencia excesiva y el perfeccionismo disfuncional. Muchas personas creen erróneamente que la única forma de controlar su ansiedad es asegurándose de que todo salga perfecto y cumpliendo con altos estándares inalcanzables.

Sin embargo, este enfoque solo aumenta la presión y el estrés, lo que a su vez incrementa la ansiedad. El perfeccionismo puede llevarnos a establecer metas irrealistas, procrastinar por miedo a no alcanzar la perfección y ser excesivamente autocríticos cuando no cumplimos con nuestras propias expectativas.

Es importante recordar que todos somos humanos y que cometer errores y enfrentar desafíos forma parte de nuestro crecimiento, aprendizaje y, en general, de nuestra experiencia vital. Aceptar nuestra imperfección y aprender a lidiar con la incertidumbre es esencial para manejar la ansiedad de manera efectiva. Trata de establecer metas realistas y alcanzables. Acepta que habrá momentos en los que las cosas no saldrán como esperabas y eso está bien. Aprende a valorar el proceso y los esfuerzos realizados en lugar de enfocarte únicamente en los resultados finales.

Además, es importante ser compasivos y amables con nosotros mismos. Cultiva la autocompasión y el autocuidado, reconociendo que todos enfrentamos desafíos y que merecemos cuidarnos y tratarnos con amabilidad en esos momentos.

3. Buscar refugio en las adicciones

Enfrentar la ansiedad puede ser difícil y, a veces, las personas recurren a sustancias o comportamientos de evasión como una forma de lidiar con ella. Esto puede incluir el consumo excesivo de alcohol, drogas, comida compulsiva, exceso de trabajo, entre otros.

Aunque estas estrategias pueden proporcionar un alivio temporal, a largo plazo pueden agravar la ansiedad, además de generar dependencia. El abuso de sustancias puede alterar el equilibrio químico del cerebro y empeorar los síntomas de ansiedad, mientras que los comportamientos de evasión solo sirven para evitar afrontar y enfrentar los desencadenantes de la ansiedad.

Es importante comprender que el consumo de sustancias y los comportamientos de evasión no resuelven la causa subyacente de la ansiedad. Más bien, se convierten en una forma de escapar momentáneamente de los problemas, pero sin abordarlos de manera efectiva.

En lugar de depender de sustancias o comportamientos de evasión, es fundamental buscar estrategias saludables y efectivas para manejar la ansiedad. Esto puede incluir técnicas de relajación, como la respiración profunda y la meditación, la práctica regular de ejercicio físico, la búsqueda de apoyo social y emocional, y la adopción de hábitos de sueño saludables.

4. Aislamiento social y falta de apoyo emocional

Cuando nos sentimos ansiosos, es común que nos alejemos de los demás y nos aislemos. Sin embargo, el aislamiento social y la falta de apoyo emocional pueden empeorar la ansiedad y dificultar su manejo adecuado.

El apoyo social y emocional desempeña un papel crucial en nuestra salud mental. Contar con personas de confianza a quienes acudir en momentos de ansiedad puede brindarnos apoyo, comprensión y perspectivas diferentes. El hecho de compartir nuestras preocupaciones y miedos con alguien de confianza puede aliviar la carga emocional y proporcionar un sentido de conexión y pertenencia.

Además, buscar el apoyo de otras personas que han experimentado ansiedad puede ser beneficioso. Los grupos de apoyo, tanto presenciales como en línea, pueden brindar un espacio seguro para compartir experiencias, recibir consejos y aprender de los demás. Escuchar las historias de superación de otras personas puede ser inspirador y motivador.

Si te encuentras lidiando con la ansiedad, no dudes en buscar apoyo. Habla con amigos cercanos o familiares en quienes confíes, considera unirte a un grupo de apoyo... O busca la ayuda de un profesional de la salud mental, que suele ser la medida más efectiva. Y si es una combinación de todas estas estrategias, mejor.

Javier Ares Arranz

Javier Ares Arranz

Psicólogo especialista en Depresión, Ansiedad y Pareja.

Profesional verificado
Madrid
Terapia online

Recuerda que no estás solo y que hay recursos disponibles para brindarte el apoyo necesario.

5. Ignorar el autocuidado y descuidar la salud mental

El último error común al intentar gestionar la ansiedad es ignorar el autocuidado y descuidar nuestra salud mental. En momentos de ansiedad, es fácil enfocarse tanto en nuestras preocupaciones y responsabilidades que descuidamos nuestro bienestar emocional y físico y evitar la confrontación de estos problemas que incapacitan la vivencia de nuestra cotidianidad.

El autocuidado es fundamental para mantener un equilibrio emocional y enfrentar la ansiedad de manera efectiva. Esto implica prestar atención a nuestras necesidades físicas, emocionales y mentales. Al descuidar el autocuidado, podemos sentirnos agotados, sobrecargados y menos capaces de afrontar la ansiedad.

Es importante reservar tiempo para actividades que nos brinden placer y relajación. Esto puede incluir practicar deportes, leer, escuchar música, tomar baños relajantes o cualquier otra actividad que nos permita desconectar y recargar energías. También es crucial establecer límites saludables, aprender a decir "no" cuando sea necesario y priorizar nuestras necesidades.

Además, el cuidado de nuestra salud mental implica buscar ayuda profesional cuando sea necesario. Un psicólogo o terapeuta especializado puede brindarnos herramientas y técnicas específicas para gestionar la ansiedad de manera efectiva. No debemos subestimar el valor de recibir orientación y apoyo de un profesional capacitado.

Algunas recomendaciones

En este artículo, hemos explorado los errores comunes que muchas personas cometen al intentar gestionar la ansiedad. Desde evitar por completo las situaciones que generan ansiedad hasta caer en la trampa del perfeccionismo o la dependencia de sustancias, cada error puede obstaculizar nuestro proceso de manejo de la ansiedad.

Es importante recordar que, en general, la ansiedad es una experiencia común y normal, pero cuando se vuelve abrumadora y afecta nuestra calidad de vida, es fundamental abordarla de manera efectiva. Aprender a gestionar la ansiedad requiere tiempo, paciencia y práctica. No hay una solución única para todos, ya que cada persona es diferente y puede responder mejor a diferentes estrategias.

Aquí hay algunas recomendaciones finales para ayudarte en el manejo de la ansiedad:

1. Busca apoyo

No tengas miedo de pedir ayuda. Hablar con familiares, amigos o un profesional de la salud mental puede proporcionarte el apoyo y las herramientas necesarias para manejar la ansiedad de manera saludable.

2. Practica técnicas de relajación

La respiración profunda, la meditación, el yoga u otras técnicas de relajación pueden ayudar a reducir la ansiedad y promover la calma. Por ejemplo, la respiración profunda o el escaneo corporal.

3. Establece metas realistas

Evita el perfeccionismo estableciendo metas alcanzables y centrando tu atención en el progreso en lugar de la perfección.

4. Enfrenta tus miedos gradualmente

Utiliza la exposición gradual para enfrentar las situaciones que te generan ansiedad. De esta manera, puedes ir desensibilizándote y reduciendo la respuesta ansiosa.

5. Prioriza el autocuidado

No descuides tu bienestar físico y emocional. Dedica tiempo a actividades que te brinden placer y relajación, establece límites saludables y busca mantener un equilibrio en tu vida.

  • Gayá, V. (2015). Gestionar la ansiedad: Los profesionales alertan del uso excesivo de medicación para tratar sus síntomas. El siglo de Europa, (1124), 42-43.
  • Ganobsik, K. (2023). Cómo gestionar la ansiedad. Consumer Health News (Spanish), NA-NA.

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