¿Qué es la ecoansiedad y cómo nos afectan sus síntomas?

El exceso de ansiedad es uno de los trastornos de la salud mental que más afectan al bienestar diario de millones de personas en todo el mundo. Esta patología se caracteriza por un sentimiento de malestar, angustia o sufrimiento generalizados ante la llegada de un peligro real o imaginado.

La ansiedad es también una de las alteraciones de salud mental más estudiadas en el campo de la psicología y durante años se han tipificado una gran variedad de trastornos basados en ella, como por ejemplo las fobias o la ansiedad generalizada; todos estos fenómenos dañan la calidad de vida de alguna u otra forma.

Ahora bien, una de las particularidades de los trastornos de ansiedad es su flexibilidad y capacidad para adoptar formas muy diversas, dependiendo también del momento histórico en el que nos encontramos y del desarrollo social y cultural de los grupos humanos. En este sentido, desde hace algunas décadas se ha detectado la aparición, principalmente en las sociedades occidentales, de un nuevo tipo de ansiedad problemática muy específico: la ecoansiedad, el cual se relaciona con la incertidumbre por el futuro en lo relativo a la biodiversidad, la vida en la tierra y la posibilidad de vivir en espacios no contaminados.

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¿En qué consiste la ecoansiedad?

Este tipo de ansiedad fue identificado a finales de los años 90, y designa a aquellas personas que presentan un temor constante a sufrir un cataclismo ambiental en los próximos años debido a la acción humana sobre el clima y la naturaleza.

Las últimas décadas han estado marcadas social y políticamente por el cambio climático, los desastres naturales propiciados por la contaminación, las olas de calor, las sequías y todo tipo de problemas medioambientales que han alertado el estilo de vida de personas de todo el mundo, y que incluso están produciendo ya nuevos flujos migratorios (por ejemplo, entre quienes viven en zonas de muy baja altitud y expuestas a las inundaciones).

La ecoansiedad afecta cada vez a más personas y en general los más afectados suelen ser chicos y chicas jóvenes que crecieron en sociedades abundantes y ven cómo les espera un futuro de incertidumbre, malestar global y cambios medioambientales a peor.

Aunque técnicamente no está considerada como trastorno de ansiedad en el ámbito de la psicología clínica y no aparece en los manuales diagnósticos, la ecoansiedad puede ser el modo en el que se expresan psicopatologías como por ejemplo el trastorno de ansiedad generalizada, y genera efectos perniciosos tanto en la salud mental como física de las personas que la padecen y deben ser tratados por un profesional de la psicología cualificado.

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Efectos y síntomas de la ecoansiedad

A continuación veremos de manera resumida las principales características de la ecoansiedad, así como su afectación tanto a nivel psicológico como físico en las personas que lo padecen.

1. Angustia por la incertidumbre

La incertidumbre por el futuro es una de las principales características del fenómeno de la ecoansiedad. Se trata de un estado de malestar y sufrimiento sostenido en el tiempo ante la incapacidad de saber lo que nos deparará un futuro desconocido y preocupante.

Puesto que en la actualidad existen tantos motivos por los que preocuparse por el futuro, algunas personas tienden a desarrollar síntomas ansiosos y de saturación por la cantidad de problemas que les acechan y la incertidumbre del porvenir.

Son muchas las personas con ecoansiedad que ya experimentan una afectación psicológica muy específica debido a los síntomas de ansiedad y estrés que genera la preocupación por el medio ambiente y el futuro del planeta tierra.

Como sucede en la mayoría de trastornos de ansiedad, la ecoansiedad genera de manera progresiva un malestar que afecta a la salud mental y psicológica de la persona afectada, si esta no es tratada a tiempo.

El sentimiento generalizado de frustración por el futuro del planeta, la ansiedad, la angustia y el malestar por lo que va a suceder en el futuro acaban afectando de manera decisiva a la salud mental, psicológica y afectiva de las personas que padecen esta condición.

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2. Afectación física

Asociada a la afectación psicológica, encontramos también una serie de alteraciones físicas que son el pan de cada día de muchas personas con ecoansiedad.

Resulta evidente que una saturación psicológica acaba generando también fatiga y malestar físicos intensos que afectan a la vida diaria de la persona y a su desarrollo normal en cualquier ámbito de la vida cotidiana.

3. Saturación mediática

El malestar por la crisis ambiental y climática también se agrava diariamente por una exposición excesiva a los medios de comunicación de nuestro entorno, donde podemos leer, escuchar y ver diariamente noticias deprimentes sobre las distintas catástrofes medioambientales que se van sucediendo anualmente en el mundo.

Esta saturación de malas noticias acaba generando un gran malestar y contribuyendo a que sintamos una mayor ecoansiedad diaria.

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4. Falta de resiliencia

Algunas personas tienen déficits de resiliencia, lo cual les impide adaptarse correctamente a la nueva situación medioambiental que vivimos en todo el mundo, por lo que conviene trabajar esta habilidad.

La resiliencia es la capacidad de adaptarnos a la adversidad, a los traumas o a las situaciones desagradables que se suceden a lo largo de nuestra vida, y de salir más fuertes y con más conocimientos de todas ellas.

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5. Desesperanza

Además de una incertidumbre que genera malestar y desazón, la desesperanza también es otra de las características de la ecoansiedad, principalmente por considerar que la situación es irreversible y que el cambio climático avanza inexorablemente sin que podamos hacer nada al respecto.

Este sentimiento de desesperanza generalizada y frustración puede ocasionar también el desarrollo de síntomas depresivos de todo tipo, que a su vez pueden agravar la salud mental de la persona que los padece.

7. Miedo ante los cambios que se avecinan

No es necesario padecer ecoansiedad para saber que en el futuro la especie humana deberá realizar algunos cambios si quiere asegurar su supervivencia como tal.

Los miedos y la angustia sobre el futuro también se centran en las nuevas formas de vida que deberemos adoptar para sobrevivir en los años venideros y principalmente en la posibilidad de emigrar.

Explicar qué es poniendo énfasis en que es una forma de ansiedad excesiva causada por la incertidumbre sobre cómo será el futuro, qué se perderá en él y a qué formas de vida totalmente nuevas tendremos que adaptarnos.

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