En un mundo cada vez más globalizado como el nuestro, en el que las fronteras parecen desdibujarse (siempre para los más privilegiados) y la diversidad cultural es cada vez más evidente (pese a los ojos cerrados de algunas personas), el nativismo emerge como una corriente ideológica que actúa como raíz para la xenofobia.
El argumento del nativismo es la protección y “preservación” de la identidad cultural de una nación, despreciando y rechazando la apertura a lo extranjero.
¿Qué es el nativismo?
Muchos investigadores ponen de relevancia la falta de conciencia de que, en la mayoría de lugares, pero sobre todo aquellos en los que mayor fuerza tiene el nativismo, las sociedades son plurales y tienen orígenes muy variados. Resulta muchas veces imposible delimitar qué cultura ha predominado a lo largo de la historia en un lugar porque lo más normal es que los terrenos hayan pasado por manos de muchas culturas distintas. Por ello, cerrar la puerta a la diversidad parece un argumento estúpido.
En medio de una situación geopolítica y cultural caracterizada por los debates sobre la inmigración, la identidad nacional y la diversidad, es crucial comprender las implicaciones y consecuencias de la ideología del nativismo. Es importante desarrollar un sentido crítico sobre la política y sobre estas ideologías que se fundamentan en el rechazo de otras personas y colectivos para saber detectar discursos excluyentes y tomar conciencia de cómo evitarlos.
A lo largo de este artículo, vamos a entender cómo el nativismo contribuye a la polarización social, fomentando la aparición de discursos excluyentes y xenófobos. Buscaremos explorar las consecuencias políticas, económicas y sociales del nativismo sobre nuestras sociedades y culturas para entender de qué maneras podemos mantenernos alejados/as y protegidos/as de estos discursos.
- Artículo relacionado: "¿Qué es la Psicología Social?"
Orígenes y fundamentos del nativismo
Como hemos comentado, la base del nativismo se centra en el sentimiento de pertenencia a una nación, etnia o cultura, lo que lleva a sus seguidores a defender sus tradiciones y formas de vida frente a cambios percibidos como amenazas. Esta ideología puede tener diferentes formas, desde posturas nacionalistas que buscan proteger la soberanía y la homogeneidad cultural hasta movimientos xenófobos que promueven la exclusión y discriminación de los inmigrantes.
El nativismo puede situar sus raíces en diferentes períodos de tiempo, normalmente centrados a lo largo de los siglos XV y XVIII, y característicamente unido a la colonización de América y Estados Unidos por europeos, suponiendo la conquista y, generalmente, la reclusión de poblaciones nativas en reservas indígenas.
1. Colonización europea de Estados Unidos
La colonización de Estados Unidos se considera el proceso histórico desde la llegada de los primeros conquistadores españoles a América de la mano de Cristóbal Colón hasta finales del siglo XVIII con la fundación de las Trece Colonias británicas que lograron su independencia política de la corona británica en el año 1776. A lo largo de este periodo, una lucha por la conquista de los territorios americanos incluyó a más de 10 naciones.
Cuando se habla de estos procesos, se hace hincapié en la independencia británica y el establecimiento del país de los Estados Unidos que conocemos en la actualidad, pero, ¿qué pasó con las personas nativas del territorio? La mayoría fue asesinada o recluida en reservas indígenas. Realmente, estos estadounidenses que se establecieron en estas tierras, pese a considerarse ahora nativos del lugar, tampoco lo serían según el sentido más etimológico de la palabra. Por ello, pensadores como Jared Diamond pone de manifiesto que todas las personas estadounidenses son o inmigrantes o descendientes de inmigrantes.
2. Situación actual
En los últimos años, parece que se ha reactivado de forma importante el debate sobre el nativismo y sobre la identidad cultural de un lugar, dando más valor a las personas “autóctonas” que a las personas de fuera. Esto se ve fuertemente relacionado a la crisis migratoria europea y al preocupante aumento de as corrientes ideológicas ultraderechistas.
La polarización social y el nativismo
El nativismo, como ideología que dice buscar la protección de la identidad cultural y nacional, puede tener un impacto significativo en la polarización social. A medida que las sociedades se vuelven más diversas debido a la migración y la globalización, surgen diferencias culturales y valores que pueden alimentar el miedo y la desconfianza hacia los demás. En este sentido, el nativismo puede contribuir al surgimiento de discursos polarizadores que exacerban las divisiones en la sociedad.
1. Inmigración
Uno de los principales focos de polarización asociados al nativismo es el tema de la inmigración. Los movimientos nativistas a menudo proponen políticas restrictivas de inmigración, lo que puede generar tensiones entre los ciudadanos locales y las comunidades migrantes. La percepción de que los inmigrantes "roban" empleos o beneficios sociales puede llevar a la formación de actitudes hostiles y prejuicios hacia aquellos que provienen de otras culturas o países.
- Quizás te interese: "Los 16 tipos de discriminación (y sus causas)"
2. Rechazo a la diversidad
Además, el nativismo tiende a enfatizar la homogeneidad cultural y la preservación de tradiciones ancestrales, lo que puede llevar a la resistencia o rechazo a nuevas expresiones culturales y a la diversidad de creencias. Esto puede generar un ambiente de intolerancia hacia las minorías étnicas y religiosas, dificultando la integración y convivencia en una sociedad cada vez más multicultural.
3. Políticas excluyentes
En el ámbito político, el nativismo también puede polarizar el debate público, llevando a la formación de partidos o movimientos con posturas extremas y excluyentes. Estos grupos pueden explotar el miedo y la ansiedad de la población para obtener apoyo, lo que a su vez puede aumentar las tensiones entre distintos sectores de la sociedad.
Es importante reconocer que la polarización social no es una consecuencia inevitable del nativismo, y que su impacto puede variar según el contexto político y social de cada país. Sin embargo, es fundamental ser conscientes de las potenciales consecuencias negativas y trabajar hacia un diálogo constructivo que fomente la comprensión y el respeto entre las diferentes comunidades y perspectivas.
Para abordar la polarización social asociada al nativismo, es necesario promover la educación y la empatía. La comprensión de la diversidad cultural y la promoción de un diálogo inclusivo pueden ayudar a construir puentes entre diferentes grupos sociales y reducir las tensiones. Asimismo, es responsabilidad de los líderes políticos y de la sociedad en su conjunto fomentar políticas que promuevan la inclusión y el respeto a los derechos humanos, evitando el discurso de odio y la discriminación.
Impacto en los derechos humanos y la diversidad
El nativismo puede tener graves implicaciones en el respeto a los derechos humanos y la promoción de la diversidad. Cuando esta ideología se convierte en una fuerza dominante en la política y la sociedad, corre el riesgo de desplazar los principios fundamentales de igualdad, no discriminación y libertad, generando situaciones de exclusión y marginación.
1. Políticas migratorias
Una de las principales áreas donde el nativismo puede afectar los derechos humanos es en la política migratoria. Las políticas restrictivas de inmigración basadas en esta ideología pueden llevar a la detención y deportación de personas que buscan refugio o una vida mejor, negándoles el acceso a condiciones de vida dignas y la protección de sus derechos fundamentales. La separación de familias, la detención de niños migrantes y las condiciones precarias en centros de detención son ejemplos alarmantes de las consecuencias del nativismo en los derechos humanos.
2. Intolerancia y xenofobia
Además, el nativismo puede generar un clima de intolerancia hacia las minorías étnicas, religiosas o culturales presentes en una sociedad. Los discursos que enfatizan la superioridad de la cultura o identidad nativa pueden llevar a actos de discriminación, violencia o persecución contra aquellos que no encajan en esta categoría. La libertad de religión, la libertad de expresión y otros derechos fundamentales pueden verse amenazados cuando la diversidad es desvalorizada y despreciada.
3. Exclusión social
Asimismo, el nativismo puede tener un impacto negativo en la inclusión social. Cuando las personas de origen extranjero o minorías culturales sienten que no son bienvenidas o que enfrentan obstáculos para participar plenamente en la sociedad, se corre el riesgo de crear guetos o comunidades aisladas. Esto puede debilitar el tejido social y generar tensiones entre diferentes grupos, afectando la convivencia pacífica y el desarrollo armónico de una sociedad.
La importancia de deconstruir el nativismo
Para contrarrestar el impacto negativo del nativismo en los derechos humanos y la diversidad, es esencial promover una cultura de respeto, tolerancia e inclusión. Las políticas y leyes deben estar en línea con los principios de igualdad y no discriminación, garantizando el acceso a derechos y oportunidades para todas las personas, independientemente de su origen o cultura. Los líderes políticos y figuras de influencia deben abogar por el respeto a la diversidad y la promoción de una convivencia respetuosa y armoniosa entre todos los miembros de la sociedad.
Además, la educación juega un papel crucial en el cambio de actitudes y percepciones. Fomentar la comprensión y el respeto hacia diferentes culturas y tradiciones desde temprana edad puede ayudar a construir sociedades más inclusivas y abiertas. También es importante crear espacios de diálogo intercultural que permitan a las personas compartir sus experiencias y conocimientos, enriqueciendo la comprensión mutua y promoviendo la empatía.
En conclusión, el nativismo puede tener un impacto significativo en los derechos humanos y la diversidad, amenazando la igualdad, la inclusión y la convivencia pacífica. Para construir sociedades más justas y respetuosas, es fundamental resistir la tentación del nativismo y promover un enfoque basado en el respeto, la tolerancia y la valoración de la diversidad cultural. Solo así podremos construir un futuro donde los derechos humanos sean respetados y donde todas las personas puedan participar plenamente en la vida social, política y económica de sus comunidades.