Los animales vertebrados son aquellos que poseen espina dorsal o columna vertebral. Este grupo incluye a mamíferos, aves, reptiles, anfibios y peces. Por supuesto, entre los animales vertebrados nos incluimos nosotros, los seres humanos.
Hasta hace poco, se consideraba que sólo los vertebrados coanatos (es decir, los que están dotados de orificios nasales posteriores – “coanas” - y, por tanto, respiran por la nariz) eran capaces de emitir sonidos para comunicarse. Sin embargo, algunos animales coanatos, como las tortugas, consideradas históricamente “mudas” por la comunidad científica, se quedaban al margen.
Un reciente estudio, cuyas conclusiones aparecieron a finales de 2022, demuestra que algunos seres que se creían incapaces de comunicarse mediante la emisión de sonidos lo hacen, en realidad, de forma habitual. Veámoslo a continuación, abordando el tema del origen de la comunicación vocal a lo largo de la evolución de las especies.
Orígenes de la comunicación vocal: ¿un ancestro común?
La teoría aceptada de los orígenes de la comunicación acústica consistía en una evolución paralela en los diferentes clados o grupos. Sin embargo, el reciente estudio, publicado en la revista Nature Communications (ver bibliografía), apunta a una hipótesis diferente: que todos los animales capaces de comunicarse a través de sonidos proceden de un antepasado común. Este animal fue el primero que presentó las habilidades fonéticas necesarias y vivió hace unos 407 millones de años, en la época paleozoica: un animal emparentado con el actual pez de aletas lobuladas, perteneciente a la familia de los sarcopterigios.
En esta familia se incluye a los actuales peces pulmonados, un tipo de pez que presenta tanto respiración branquial como pulmonar, adaptación desarrollada para sobrevivir cuando el nivel del agua desciende. Los peces pulmonados son clave a la hora de entender la evolución de las especies, puesto que representan el eslabón que unió a los animales acuáticos con los terrestres, en el paso de la vida del mar a la tierra.
Hasta la publicación de las conclusiones del estudio, se consideraba a los peces pulmonados, así como a otras especies, incapaces de emitir sonidos, a pesar de ser animales vertebrados. Sin embargo, el estudio de la Nature Communications arroja nueva luz sobre esta cuestión.
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Las tortugas y los peces también se comunican mediante sonidos
Los análisis filogenéticos son un tipo de estudios que permiten analizar la evolución de una especie y su relación con otras. Gracias a la filogenética, se ha podido diseñar el árbol evolutivo de la comunicación acústica, en el que hasta ahora no se incluían las especies consideradas incapaces de emitir sonidos.
El equipo responsable del estudio publicado en la Nature Communications consiguió grabar los sonidos producidos por 53 especies de diferentes grupos de vertebrados considerados “mudos” hasta entonces: peces pulmonados, tortugas, cecilias (anfibios similares a las lombrices) y tuátaras (un reptil de Nueva Zelanda). Estas especies son vertebrados coanatos, es decir, poseen orificios nasales, por lo que parecía probable que fueran capaces de emitir sonidos como el resto.
Gracias a las grabaciones se descubrió que, efectivamente, estos animales son capaces de emitir sonidos complejos y variados para comunicarse entre ellos, que difieren dependiendo de las situaciones: atraer a la pareja, defender su territorio, e incluso como sistema de comunicación entre padres y crías. A través del estudio se comprobó que las crías de tortuga emiten sonidos dentro del huevo para sincronizar la eclosión y poder evitar, así, los peligros que entraña abandonar el nido en solitario.
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No solo con aire se emiten sonidos
La emisión de sonidos es, pues, crucial para el desarrollo y la supervivencia de los animales vertebrados, y representa un grado de sofisticación importante en la evolución, puesto que les permite comunicarse con sus semejantes.
La importancia de la comunicación a través de sonidos para asegurar la supervivencia queda patente en que no sólo los vertebrados con coana se comunican de esta forma, sino también otro tipo de peces. Según Gabriel Jorgewich, de la Universidad de Zurich y uno de los autores del artículo, lo harían a través de otro tipo de características evolutivas que, por su naturaleza, no entran dentro del estudio.
El uso de sonidos parece obvio en las especies que poseen respiración pulmonar y que inhalan el oxígeno a través de las coanas o fosas nasales, pero no tanto en las especies que no poseen este tipo de respiración. No obstante, estudios recientes demuestran que este tipo de peces se comunican mediante sonidos de forma bastante compleja.
Aaron Rice y Andrew Bass, de la Universidad de Cornell, son dos de los científicos que estudian el fenómeno. Ambos aseguran que, a diferencia de lo que creemos, los peces no-pulmonados sí son capaces de comunicarse en el agua. Sin embargo ¿cómo emitir sonidos sin entrada de aire? Pues a través de métodos alternativos, como el rechinar de dientes y la contracción de los músculos de la vejiga natatoria, lo que demuestra, una vez más, la importancia de la comunicación acústica para la supervivencia de las especies.
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La importancia del descubrimiento
Según Gabriel Jorgewich Cohen, el estudio facilitará la comprensión de la línea evolutiva de la comunicación vocal, además de abrir nuestras miras hacia especies que, hasta ahora, no se consideraban capaces de emitir sonidos.
Los nuevos registros conseguidos facilitan la ampliación del diseño del árbol evolutivo de la comunicación acústica y permiten, de esta forma, consolidar la teoría de un ancestro común, el primero en comunicarse con sus semejantes a través de sonidos.
