Posiblemente la mayoría de las personas conoce a alguien que se muerde las uñas. Es frecuente que lo hagan en situaciones de nerviosismo o estrés, como manera de relajarse y disminuir la tensión. Otras personas se arrancan, mastican e incluso comen su propio cabello.
Otras se autolesionan. Si bien no es un fenómeno frecuente, en ocasiones se han detectado casos de individuos que por diversos motivos, que pueden pasar o no por la reducción de ansiedad, deciden atacar y consumir partes de su propia carne produciéndose lesiones de importancia variable. Estamos hablando de autocanibalismo.
Canibalismo y autocanibalismo
Se denomina canibalismo al acto o práctica de consumir y alimentarse de miembros de la misma especie. Esta práctica se ha observado en la naturaleza en diversas especies, generalmente ante la ausencia prolongada de otro tipo de alimentos o como método de control de la población.
En el ser humano también se han visto a lo largo de la historia casos de canibalismo. En muchos casos estas prácticas se han derivado también de la falta de alimentos. Se conoce por ejemplo que durante la epidemia de peste negra que asoló Europa durante la edad media muchas tumbas eran saqueadas con el fin de consumir la carne de los fallecidos. En otras ocasiones estas prácticas están vinculadas a rituales de tipo religioso, como en diferentes tribus africanas y sudamericanas.
Algunas drogas o episodios psicóticos pueden llegar a provocar una agresión que culmine en un intento de alimentarse del oponente. También se han dado casos en que los actos de canibalismo se han derivado de parafilias de tipo sádico, en algunos casos aceptados por las víctimas e incluso devorando sus propios órganos.
Por último se ha llegado a emplear intencionalmente como manera de aterrorizar y destruir moralmente a una población objetivo, tanto ante la idea de ser consumidos como al ser forzados al consumo de carne humana.
Alimentarse de la propia carne
Así pues, tal y como se ha mencionado, el canibalismo se refiere al consumo de carne proveniente de individuos de la propia especie de pertenencia. Sin embargo, existen casos en que el acto caníbal se dirige hacia la propia persona que realiza el consumo.
El autocanibalismo difiere de la práctica del canibalismo en que por norma general el objetivo de la conducta no suele estar dirigido al consumo de carne humana, sino que tiende a vincularse a un intento de reducir la ansiedad y tensión interna de quien la lleva a cabo o bien liberarse de manera temporal de sentimientos de auto-rechazo o sufrimiento emocional. El autocanibalismo no aparece registrado como un trastorno por sí mismo, siendo más bien el resultado o la manifestación de algún tipo de problema.
¿En qué contextos aparece el autocanibalismo?
Al igual que otros tipos de conducta autolesiva, este tipo de conductas suele estar ligada a la presencia de alteraciones cognitivas severas y perceptivas. Los sujetos que las practican tienden a tener alteraciones de consciencia o una capacidad cognitiva disminuida.
Algunos de los casos detectados suelen ser vinculables a casos graves de trastornos que cursan con un deterioro de la capacidad cognitiva y de la propia consciencia. Ante situaciones que producen al sujeto un elevado nivel de activación, agitación e impulsividad, ocasionalmente aparecen conductas autolesivas (incluyendo el autocanibalismo en forma de automordeduras) generalmente como mecanismo de control de la angustia y la tensión interna.
En ocasiones ocurre en individuos con discapacidad intelectual, algunos casos graves de trastornos del neurodesarrollo (se han producido autolesiones en algunos casos de autismo). Asimismo, el autocanibalismo puede ocurrir durante brotes psicóticos o bien en personas que padecen una intoxicación por sustancias de tipo psicodisléptico (alucinógenas, por ejemplo) o psicoanaléptico (excitantes).
También se han observado estas conductas como método de tranquilización en algunos síndromes de abstinencia. Incluso ha habido casos en algunos trastornos de personalidad, como la personalidad límite.
Por último, se han observado este tipo de conductas en algunos sujetos que vinculan la autolesión y el consumo de su propio organismo al placer sexual, derivandose de parafilias sadomasoquistas. Un ejemplo de ello lo encontramos en el caso del caníbal de Rottemburgo, cuya víctima accedió a comerse partes de su organismo antes de ser devorado.
El síndrome de Lesch-Nyhan
Además de aparecer en situaciones y trastornos como los mencionados anteriormente existe un síndrome médico en que los actos de autocanibalismo son relativamente frecuentes, cosa que le ha valido la denominación popular de la enfermedad del autocanibalismo. Se trata del síndrome de Lesch-Nyhan.
Este trastorno de origen genético, ligado a un defecto en un gen recesivo del cromosoma X, provoca que la enzima hipoxantina-guanina-fosforibosil-transferasa . Ello tiende a provocar una hiperproducción de ácido úrico, disfunciones a nivel neurológico que suelen provocar discapacidad intelectual y alteraciones de conducta.
Dentro de dichas alteraciones conductuales destaca la presencia de autolesiones constantes, entre ellas actos de autocanibalismo centrada en la mordedura de las partes del cuerpo que puedan alcanzar, especialmente dedos y labios. Aparece únicamente en varones, si bien las mujeres pueden ser portadoras y transmitírselo a su descendencia.
Posibles tratamientos
Teniendo en cuenta que se trata de un síntomas más que de un trastorno en sí, el tratamiento del autocanibalismo va ir a menudo ligado al del tipo de problema que lo causa. Es necesario tener en cuenta el motivo por el que se realiza la autolesión y el grado de consciencia del individuo que la realiza en el momento de hacerla.
A nivel psicológico pueden ser de utilidad el empleo de diferentes técnicas de modificación de conducta. Una de las técnicas empleadas para el tratamiento de conductas autolesivas como el autocanibalismo es la terapia dialéctica conductual, a través de la cual se busca realizar una modificación de la conducta a la vez que se intenta que el sujeto cambie el tipo de relación que mantiene con el padecimiento que le provoca ese tipo de conductas.
Otro tipo de terapias como realizar un condicionamiento en forma reforzamiento por emisión de conductas incompatibles podría ser de ayuda de cara a variar el tipo de comportamiento en los casos en que el autocanibalismo sea una respuesta a situaciones ansiógenas.
Si el acto autocanibal se da por motivos sexuales puede estar indicado el uso técnicas focalizadas a redirigir el deseo hacia otro tipo de estimulación y disminuir el atractivo de la conducta autocanibal. Si bien no es un tipo de tratamiento por lo general recomendable, en casos muy graves pueden llegar a aplicarse técnicas aversivas de tipo químico, que provoquen un rechazo en el sujeto al hecho de autolesionarse e intentar consumir su propia carne.
Si por ejemplo la práctica autocanibal se deriva del consumo de sustancias o de un brote psicótico el tratamiento ha de ir dirigido en primer lugar a controlar el brote o intoxicación en cuestión y reducir sus síntomas.
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