El arte ha tenido diferentes definiciones, estilos y representaciones a lo largo de la historia. Una de las formas más democráticas en las que se manifiesta el mundo de lo artístico lo tenemos en el arte urbano, es decir, aquel que no se represente en galerías, museos ni lugares específicos del mundo del arte, sino en la ciudad misma, en la calle.
Desde el stencil art, pasando por los graffiti y llegando el muralismo, son varias las expresiones artísticas que podemos identificar mientras paseamos por nuestro municipio y, al margen de su legalidad o no, estas obras dan personalidad a las calles, rompiendo con la monotonía urbana. Descubramos cuáles son los principales tipos de arte urbano.
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Los tipos de arte urbano más importantes (explicados)
El arte urbano se puede entender de muchas formas, pero una de sus definiciones más extendidas es la que abarca a toda expresión artística realizada en la calle que tenga que ver, de una u otra forma, con el mundo de las manualidades como lo pictórico y lo escultórico.
Así pues, un graffiti en las paredes del metro, los adhesivos en una señal de tráfico con un patrón determinado, un mural pintado en el muro de una comunidad de vecinos con su consentimiento y los carteles feministas pegados en la sede de un partido no afín al movimiento son, todos ellos, ejemplos de arte urbano.
En muchas ocasiones el arte urbano se realiza con un objetivo, con un ideal político detrás. Esto queda implícito en la actividad del propio artista puesto que muchas de las formas en las que se expresa el arte urbano, sobre todo el formato graffiti, son ilegales en caso de realizarse en un muro de una propiedad privada o que el municipio ha indicado la expresa prohibición de poner nada ahí. Un artista que se arriesga a recibir una multa no lo hace porque quiera vandalizar la ciudad, sino porque quiere que su mensaje sea transmitido, y está dispuesto a arriesgarse a las consecuencias legales por ello.
El arte urbano se realiza en cualquier parte de la ciudad. Es llevado a cabo en las calles, en las vías públicas, en vallas publicitarias, en los vehículos abandonados, los suelos y, como no, en las paredes, tanto de edificios de viviendas, casas abandonadas o bloques de pisos por construir. Este arte requiere de mucho espacio para poder trabajar, un lienzo de hormigón de proporciones métricas y en donde transite mucha gente por delante, asegurándose así el artista de que su obra no va a pasar desapercibida.
1. Muralismo
El muralismo, en su sentido más básico, lo podemos entender como cualquier expresión pictórica hecha en un muro. Los murales son de los medios de expresión artística más antiguos, llevados a cabo en tiempos prehistóricos por nuestros antepasados en las paredes de las cuevas como lo vemos en pinturas rupestres como la de Lascaux, Francia o Altamira, España.
A medida que han pasado los siglos, quienes han podido permitirse contratar a artistas de renombre han recurrido a pintores para que convirtieran las paredes de sus lujosas mansiones en murales con todo tipo de representaciones. Esta práctica fue especialmente común durante el Renacimiento, siendo llevada a cabo tanto por nobles como el clero y prueba de ello lo tenemos en la Capilla Sixtina en el Vaticano, un bello ejemplo de murales de interior (frescos) hecho por el gran artista Miguel Angel.
Pero la idea moderna de mural como arte urbano es bastante reciente y procede de México. La definición del mural tal y como la conocemos es influencia del mexicano Diego Rivera que consiguió crear escuela entre sus contemporáneos en la década de 1920, facilitado por el secretario de educación pública mexicano José Vasconcelos como parte de la modernización del Estado de México tras la revolución de 1910.
En su origen, los murales mexicanos pretendían reforzar la identidad y memoria colectiva mexicana, crear un sentimiento fuerte de nación y, por lo tanto, poseían un marcado objetivo nacionalista y político. Con el paso del tiempo, este tipo de arte fue universalizándose, dando lugar a nuevas corrientes muralistas cada una con ideales políticos o apolíticos ya alejados del objetivo original de los años 20’.
Hay quienes consideran a los murales como un tipo de graffiti, aunque no siempre tiene por qué ser así. Se diferencian de las expresiones graffiteras en el hecho de que los murales implican un diseño muy bien trabajado y con el que se pretende transmitir un mensaje. También suelen ser más legales, a veces incluso pagados por la propia administración gubernamental contratando a artistas profesionales y exponiendo sus obras en lugares bien visibles de la ciudad, desde una pared blanca de un edificio de vecinos hasta las paredes del propio ayuntamiento.
Los muralistas son creadores de cuadros, solo que de tamaños colosales, y suele ocurrir que este tipo de obras son muy respetadas por el mundo, incluso por los que no se consideran partidarios del arte urbano que no los ven bajo el estigma de que todo dibujo hecho en una pared es vandalismo. No hay ninguna ciudad europea ni americana importante que no posea más de un mural en sus calles.
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2. Graffiti
El graffiti es probablemente el tipo de arte urbano más reconocido en el mundo entero porque es el que más tiempo se ha practicado y uno de los más elegidos por parte de los artistas urbanos a la hora de exponer sus sentimientos y estilo artístico en la vía pública. El graffiti que hoy en día conocemos surgió en los 60’, tuvo su crecimiento en los 70’ y su desarrollo final en los 80-90’, siendo amado y odiado por igual.
Pero este estilo de expresión urbana no es realmente tan nuevo como pudiera parecer. Ya era practicado en la Antigua Roma y, aunque no se hacía ni con sprays ni aerosoles, en esencia servía para lo mismo: dar a conocer un mensaje y demostrar que el artista estuvo ahí. De hecho, su nombre proviene del verbo latino “grabare”, derivado a su vez del griego “grapho”, entendidos como escribir.
El graffiti es una inscripción o dibujo que se realiza en un lugar público y que, en general, se suele hacer sin autorización. Podemos ver graffitis en paredes, esculturas, estatuas, vehículos y contenedores de basura y, generalmente, guardan una intención crítica o satírica, aunque también se hace para indicar que quien hizo la inscripción estuvo ahí, ya sea con sus siglas o con un pseudónimo.
Si bien son muchos los graffiti hechos ilegalmente, pintándolos en propiedades privadas, iglesias y edificios gubernamentales, en otros casos hay particulares y órganos públicos que ceden paredes a artistas para que puedan crear estas obras urbanas en ellas. Pese a que muchos graffiteros lo hacen con todos los permisos necesarios y sin estropear la ciudad, el hecho de que la mayoría de los graffiti se hagan de forma ilícita han hecho que este tipo de arte urbano sea estigmatizado y considerado puro vandalismo.
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3. Stencil art
El stencil art, también llamado como estarcido, es una técnica que implica reproducir diseños pasando tinta o pintura sobre agujeros cortados en una lámina de cartón o metal. El origen de esta práctica es incierto y se sabe que se ha llevado a cabo en multitud de lugares de forma simultánea.
Roma, China, Japón, los inuit de la isla de Baffin… todos ellos han usado esta técnica desde tiempos inmemoriales pero la evidencia más antigua del estarcido la encontramos en España, localizado un panel de manos con unos 66.000 años de antigüedad.
Pero pese a su gran antigüedad, esta técnica alcanzó gran popularidad en Estados Unidos durante 1960. Fue en aquella década cuando muchos artistas utilizaban como medio de expresión los colores puros y las siluetas de contornos marcados, algo que ha acabado siendo un símbolo tanto en la cultura pop universal como representación prototípica del arte urbano más allá de los graffiti. Uno de los artistas más conocidos en esta técnica es Banksy, junto también con Blek le Rat y Shephard Fairey.
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4. Sticker art
El sticker art comenzó a popularizarse en los años 1980 gracias a las compañías de skate y las bandas de punk rock. Consiste en pegar adhesivos en cualquier superficie urbana, permitiendo a quien los pega dar a conocer su nombre y trabajo de forma sencilla y rápida.
Dado que no es un tipo de arte urbano demasiado complejo, el sticker art siempre ha tenido un perfil bajo entre los artistas callejeros, aunque la cultura sticker está bastante esparcida por el mundo y cuenta con referentes como Shepard Fairey, Marc Ecko, 14 Bolt y CJ Ramone.
Lo que trae consigo la pegatina puede que sea una imagen o una frase, que se pega en cualquier parte de la ciudad y, en caso de ser producida en masa, permite llegar a muchos rincones, aunque muchos de estos adhesivos se preparan en casa. Son varios los motivos por los que ha ganado fama:
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Ofrecen la posibilidad de aplicar un diseño gráfico en cualquier pared.
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Se tarda instantes en pegarlos, no hace falta estar pendiente por si viene la policía.
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Se pueden expresar mensajes, imágenes o hacer publicidad de cualquier cosa.
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Se pueden imprimir en masa y pegarlas por toda la ciudad.
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Duran mucho tiempo pegadas.
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Son una forma de reproducir ideas de forma económica.
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5. Esculturas
Las esculturas también son arte urbano. Aquí no solo nos referimos a las figuras de mármol u hormigón que decoran plazas y calles, sino también performances escultóricas, temporales o permanentes, que invaden la vía pública usando todo tipo de material, forma, color y rugosidad. Muchas de ellas se rigen por la teoría de la intervención en espacios urbanos, con la intención de llamar la atención del transeúnte pero sin entorpecer su trayecto convirtiéndose en un obstáculo.
Hay quienes denominan a este tipo de esculturas como “estructuras” porque, en realidad, se pretende crear un arte que juegue con la ciudad, con sus imperfecciones y formas. Puede que consista en darle un toque humorístico a una boca de incendios, una barandilla doblada, un pivote caído o vallas rotas, haciendo de un elemento urbano soso y meramente funcional en una pieza de arte moderno.
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6. Cartelismo callejero
El cartelismo callejero también se considera un tipo de arte urbano. No consiste solamente en colocar trozos de papel en muros, sino en hacerlo de una forma que no pase desapercibida, tanto por el diseño que hay en ellos como en la forma tan invasiva que se pueden colocar dichos carteles.
Se dice que este peculiar tipo de arte es un fenómeno polifónico y complejo, en el que se solapan cuestiones como la utilización del espacio público, la libertad de expresión y la esencia del arte.
Habitualmente traen consigo mensajes políticos, siendo frecuentes los feministas, anticlericales, comunistas, anticapitalistas, animalistas y filosóficos, aunque no es un método exclusivamente de movimientos de izquierda y progresismo.
Sea cual sea su mensaje detrás, la idea es que una imagen vale más que mil palabras y expresarlo en forma de cartel o póster a veces es más eficaz que un meeting político.