La cultura es un concepto difícil de definir, puesto que es un fenómeno tan complejo que no hay un criterio único para decir qué es y que no es cultura.
Este término es usado de forma muy ambigua y polifacética en el lenguaje popular, pudiendo hacer referencia a la cultura de un país o región a las características propias de una clase social, entre otros muchos más aspectos.
A continuación vamos a tratar de ver los diferentes tipos de cultura en función de varios criterios, además de dar varios ejemplos de cada una.
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Los principales tipos de cultura, clasificados
La idea cultura siempre ha sido muy difícil de definir. A lo largo de la historia el término “cultura” ha sido redefinido de tantas formas que, prácticamente, cualquier comportamiento puede ser visto como cultural en función del criterio usado.
En el lenguaje popular se entiende por cultura los rasgos, códigos y otros aspectos propios de un determinado grupo social, normalmente haciendo referencia a los de un grupo étnico. Sin embargo, esta misma definición puede aplicarse a cualquier grupo en función de qué tomemos como referencia.
A continuación vamos a conocer los diferentes tipos de cultura en función de varios criterios.
1. Según el conocimiento de la escritura
Uno de los criterios más usados para clasificar una cultura es si tiene conocimiento de la escritura, puesto que ésta ha sido la principal herramienta para la transmisión de la cultura y los conocimientos propios de un grupo social. En base a este criterio tenemos dos tipos de culturas.
1.1. Culturas orales o culturas ágrafas
Las culturas ágrafas, como su propio nombre indica, son aquellas que carecen de un sistema de escritura con lo cual la transmisión de conocimientos, tradiciones y leyendas se pasa de generación en generación por vía oral.
Los padres cuentan a sus hijos lo mismo que una vez atrás sus propios padres, ahora muertos, les contaron. En estas culturas suele tenerse una percepción del tiempo histórico como algo cíclico, es decir, que los eventos históricos vuelven a suceder tarde o temprano.
Un ejemplo claro de este tipo de culturas las tenemos en los indígenas tribales de África que, aunque en muchos casos su lengua ya tiene un sistema de escritura, sus hablantes lo desconocen y siguen transmitiendo las leyendas oralmente.
1.2. Culturas escritas
Las culturas escritas son aquellas que disponen de un sistema de escritura que usan para escribir libros o cualquier soporte físico en el que comparten sus conocimientos, historia y mitos.
En algunos casos es la propia cultura la que se ha inventado su sistema de escritura,c omo es el caso de los jeroglíficos usados por los egipcios o el alfabeto griego usado en la Antigua Grecia.
En otros casos sucede que una cultura, ya alfabetizada, cambia su sistema de escritura importando uno extranjero que considera que se adecúa mejor a su lengua, como es el caso del turco moderno que pasó de escribir en letras árabes (alifato) a usar el alfabeto latino.
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2. Según el modo de producción
Otro aspecto usado para describir cómo es una cultura es tener en cuenta cuál es su principal modo de producción. Este criterio parte de que en función de cual sea la principal actividad económica de la cultura ésta habrá creado toda una estructura y dinámicas asociada a ella.
2.1. Culturas nómadas
Una cultura nómada es toda aquella que no establece un arraigo, ni económico ni identitario, hacia un trozo de tierra en concreto. Las culturas nómadas explotan la naturaleza por medio de la caza y la recolección de frutos y, cuando estos recursos se agotan, se desplazan a una nueva región para poder subsistir.
Un ejemplo de esto son los pueblos beduinos árabes, además de varias tribus africanas que, cuando hay sequía o la región se vuelve hostil, se desplazan a otro lugar para continuar con su estilo de vida.
2.2. Culturas agrícolas o rurales
Las culturas agrícolas o rurales son aquellas que su principal motor económico es la plantación de cosechas y la cría de animales para el consumo humano, es decir, la agricultura y la ganadería.
A diferencia de las culturas nómadas, estas son sedentarias, teniendo una muy fuerte idea de propiedad de la tierra, la cual trabajan y cuidan con esmero puesto que es lo que les da de comer.
Este tipo de culturas suelen vivir alrededor del campo y su jerarquía social viene fuertemente condicionada por el grado de posesión de la tierra que se posea, habiendo toda una jerarquía de pastores, ganaderos, temporeros y terratenientes
Si bien hoy en día siguen existiendo, la idea de cultura agrícola se ha vuelto mucho más local, en el sentido de que es difícil encontrar un país que dependa al 100% de la agricultura como principal motor económico.
No obstante, sí que en el pasado hubo culturas fuertemente agrícolas, como es el caso de la cultura egipcia, cuyo principal motor económico era la agricultura a orillas del río Nilo. Las fértiles tierras a ambas orillas eran el lugar idóneo para cultivar todo tipo de alimentos, además de coger la planta del papiro con la que hacían sus famosos pergaminos.
2.3. Culturas urbanas o comerciales
Las culturas urbanas son aquellas cuyo modelo económico y social se fundamenta en la actividad comercial, siendo el centro de operaciones los mercados de las ciudades. No solo se comercia con alimentos, sino también se realiza compraventa de ropa, arte y otras manufacturas.
La cultura de muchas ciudades entraría dentro de la categoría de culturas urbanas puesto que, directa o indirectamente, la vida de sus habitantes dependen del comercio. Mirando al pasado el momento en el que Europa pasó de una cultura agrícola a una más urbana fue en el Renacimiento, en el que artesanos y comerciantes empezaron a ejercer de principal motor económico, sembrando la semilla de lo que posteriormente sería la burguesía.
2.4. Culturas industriales
Las culturas industriales son aquellas que se valen de los medios industrializados de producción para subsistir. Son culturas en las que lo que prima es la fabricación de productos de todo tipo en cantidades industriales, nunca mejor dicho.
Es la cultura propia de muchas ciudades en países como China o la India y, también, en muchos países en vías de desarrollo. Sus orígenes están en la revolución industrial del XVIII-XIX, en el que Inglaterra fue adquiriendo como principal motor económico la industria en detrimento de la agricultura y la cultura urbana anglicana.
3. Según el paradigma religioso
En cada cultura hay una religión mayoritaria o vista como propia, la cual ha influido en las creencias de esa misma sociedad. Cada cultura tiene su propia forma de entender qué es la vida, la muerte o qué hay más allá y, también, quienes son los que deciden sobre nuestro destino. En función de esto podemos hablar de los siguientes tipos de culturas.
3.1. Culturas teístas
Son aquellas en las que se cree en la existencia de uno o varios dioses superiores. En función de la cantidad de dioses hablamos de:
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Culturas monoteístas: solo creen en un único dios, como es el caso de las cultura judía, cristiana o musulmana.
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Culturas dualistas: admiten la confrontación de dos dioses o fuerzas opuestas, como el bien y el mal o Dios y Satán, como es el caso de la cultura cátara.
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Culturas politeístas: creen en todo un panteón de dioses, cada uno especializado en uno o varios poderes. Algunos ejemplos son las culturas hindú, grecorromana, egipcia, maya...
3.2. Culturas no teístas
Las culturas teístas son aquellas cuyo pensamiento religioso no atribuye un orden espiritual a ninguna deidad concreta, sino más bien a la naturaleza o a una fuerza con voluntad creadora. Dos ejemplos de ello los tenemos en el taoísmo y el budismo.
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4. Según el orden socioeconómico
En una misma sociedad pueden existir diferencias culturales muy marcadas relacionadas con el orden socioeconómico, lo cual influye en la educación recibida, el tipo de pensamiento, los modos de difusión, el reconocimiento de derechos y la participación en el poder. Como pertenecer a una clase social influye notoriamente en el tipo de cultura que se posee y disfruta podemos hablar de los siguientes tipos:
4.1. Cultura de élite
Con cultura elitista hacemos referencia al conjunto de códigos, símbolos, valores, costumbres, expresiones artísticas, referencias o modos de comunicación que comparten las personas pertenecientes a los grupos dominantes de la sociedad, ya sea en términos políticos, simbólicos o económicos.
En muchas ocasiones esta cultura se identifica como la cultura oficial o la cultura “verdadera”, viendo al todo aspecto cultural ajeno a su grupo como cultura de mala calidad o exterior. La cultura de élite es considerada como la propia de los ilustrados y la que tiene prioridad para ser impartida en los centros de enseñanza.
Varios tipos de instituciones, tanto estatales como privadas, se encargan de promocionarla o se presiona acudir a centros en los que se imparta bajo la idea de que, de no hacerlo, se acabará siendo un “paleto”: museos de bellas artes, academias, universidades, centros culturales...
Un ejemplo de cultura de élite lo tenemos en acudir a la ópera, sacarse el B2 de inglés, tener titulación universitaria, leer libros del siglo dorado español, jugar al golf para acercarse a la élite...
4.2. Cultura popular
Por cultura popular se comprende al conjunto de códigos, símbolos, valores, costumbres, expresiones artísticas, tradiciones, referencias y modos de comunicación que corresponden a los sectores populares de una sociedad.
Se podría definir como la cultura de calle, aquella que se adquiere por el hecho de vivir en un determinado lugar, transmitida en el seno de la familia, el barrio y los compañeros de la escuela, entre otros contextos.
Como es percibida como una especie de cultura de bajo perfil o de mala calidad, hay quienes se avergüenzan de tener un bagaje cultural popular, así que hacen todo lo posible para alejarse de ella. Otros, en cambio, viendo a la cultura de élite como demasiado snob hacen parodia o burla desde la cultura popular por medio de chistes o canciones.
Gracias a la aparición del estudio del folklore se ha podido estudiar y divulgar los contenidos de la cultura popular a través de medios académicos o instituciones orientadas a la protección del patrimonio cultural, por muy poco selecto o elegante que pueda parecer lo popular.
Un ejemplo de cultura popular lo tenemos en las danzas de todos los pueblos, la artesanía, el léxico regional, las procesiones religiosas, las festividades populares.
4.3. Cultura de masas
La cultura de masas es aquella que se construye a partir de la divulgación de contenidos a través de medios masivos de comunicación, como la televisión o Internet. Debido a su alcance, los contenidos divulgados son consumidos por todo tipo de personas, tanto pertenecientes a los sectores dominantes como por los populares.
Esto ha hecho que los límites entre la cultura popular y la cultura de élite se hayan difuminado, puesto que las clases más bajas tienen acceso a entretenimiento tradicionalmente restringido a las clases dominantes (p. ej., conciertos de ópera en plataformas digitales gratuitas) mientras que aspectos propios de la cultura popular pueden ser disfrutados por las clases altas (p. ej., documentales de bailes tradicionales), haciendo que ambos tipos de culturas compartan un repertorio común de bienes de consumo cultural.
5. Según las luchas de poder internas
En toda sociedad se dan una serie de dinámicas de lucha de poder cultural. Un cultura, la hegemónica, se presenta en todos los aspectos de la sociedad, mientras que otras, sean dependientes o contrarias a esta, tienen que luchar para hacerse un hueco y ser reconocidas. Entre este tipo de culturas podemos encontrar:
5.1. Cultura hegemónica
Se entiende por cultura hegemónica a aquella que establece como norma un determinado sistema de códigos, patrones, valores, costumbres o símbolos como el más extendido y el que se debe seguir dentro de una sociedad, usando la persuasión o la coerción para seguirlos.
La cultura hegemónica domina sobre la población y busca perpetuarse, por lo cual acaba convirtiéndose en impositiva y llega a penalizar aquel que no la comparta. La cultura hegemónica se identifica frecuentemente con la cultura oficial, la cultura “verdadera” del país o región, la que se debe seguir si se quiere disfrutar de derechos plenos, mientras que los medios e instituciones propias pueden llegar a atacar cualquier muestra de cultura que no esté dentro de esa cultura hegemónica.
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5.2. Cultura subalterna
La cultura subalterna es aquella que tiene una relación de dependencia y sumisión con la cultura dominante, a pesar de diferenciarse en algunos de sus aspectos. Suele manifestarse en los sectores más vulnerables de la sociedad.
Es bastante frecuente que los individuos que pertenecen a la cultura subalterna no tengan una conciencia propia en tanto cultura y, como consecuencia de ello, no se organicen y ejerzan presión hacia la cultura hegemónica ni pidan una cierta autonomía.
5.3. Cultura alternativa
El término “cultura alternativa” es un término un tanto ambiguo y bastante amplio que hace referencia al conjunto de manifestaciones artístico-culturales que se presentan como una alternativa a la cultura hegemónica.
Pretende abrir espacios frente a los valores o bienes culturales promovidos tanto por la cultura de élite, la hegemónica y los medios masivos de comunicación, aunque no tiene por qué identificarse ni con la cultura popular ni tampoco con la subalterna, sino con una totalmente distinta.
5.4. Contracultura
La contracultura es el conjunto de culturas que surgen en oposición a la cultura hegemónica, desafiando los valores impuestos y tratando de difundir nuevos paradigmas y sistemas de valores.
A menudo lucha contra la cultura hegemónica con la intención de erradicarla y suele surgir como respuesta a procesos de frustración, injusticia social, inconformidad y resistencia, convirtiéndose en una lucha cargada de alto contenido reivindicativo.
Ejemplos de movimientos contraculturales los tendríamos en el feminismo, los movimientos ecológicos, el anarquismo, el anticomunismo en la Unión Soviética, el movimiento 15M...
5.5. Subcultura
Dentro de una cultura hegemónica se pueden formar diversidad de grupos culturales marginales que desarrollan un sistema de valores, códigos y patrones propios. Se podría decir que constituyen culturas minoritarias con rasgos definidos.
A diferencia de la contracultura, las subculturas no pretenden desafiar el orden establecido, sino mostrándose como una cultura interesada en uno o varios intereses propios de la cultura dominante, por lo que tampoco se pueden ver como una cultura alternativa. Un ejemplo de ello lo tenemos en los gamers, las tribus urbanas o los fans de un grupo musical.
La subcultura tampoco debe confundirse con la cultura subalterna, puesto que la subalterna es fragmentaria y desarticulada, es decir, no hay conciencia de ser una misma cultura, mientras que en las subculturas sí la hay. Los miembros de la subcultura tienen sus propios códigos, referentes y valores (p. ej., club de fans de un grupo).
6. Según el sentido antropológico
En muchas ocasiones, la palabra cultura es usada como sinónimo de grupo étnico o identidad, es decir, se le da una definición antropológica, haciendo referencia a aspectos diversos como la lengua, la religión, las tradiciones y demás aspectos culturales que la definen. Así pues, desde un sentido antropológico hablaríamos de diferentes tipos de culturas como la cultura catalana, la vasca, la castellana, la inglesa, la sarda, la amish, la saami...
7. Según el contexto histórico
Las culturas se pueden clasificar de acuerdo al contexto histórico, el cual delimita el universo de valores vigentes por un período de tiempo. Prácticamente se puede hacer de cualquier período histórico una cultura diferente: la cultura de la Antigüedad Clásica, la de la Edad Media, la victoriana, la barroca, la de los años 60’, las culturas pre y post-pandemia 2020...
8. Según el sentido de género
Las culturas se pueden estudiar reflexionando sobre cómo el género ejerce influencia en los modos de organización social, existiendo dos tipos.
8.1. Cultura matriarcal
La cultura matriarcal es aquella que se funda y centra en torno a la figura femenina, en especial a la madre. La mujer actúa como líder, en especial en el grupo social más básico: la familia. Aunque hoy en día este tipo de culturas no son comunes, sí que han existido varios casos a lo largo de la historia. En la actualidad tenemos a la cultura minangkabau en Indonesia como ejemplo moderno de cultura matriarcal.
8.2. Cultura patriarcal
La cultura patriarcal es aquella en la que la figura que domina prácticamente toda la vida pública y privada es el hombre. Si bien no tiene por qué ejercer siempre su control político, económico, militar y familiar de forma violenta, si que han habido muchos casos de culturas en que así lo ha hecho. Un ejemplo claro de ello lo tenemos en las culturas musulmanas, especialmente en las más tradicionales, en las que prácticamente la mujer es vista como un objeto pasivo limitado a procrear y cuidar a los niños.
9. Según el sentido geográfico y geopolítico
La cultura se puede clasificar según su sentido geográfico o geopolítico, aunque cabe decir que este criterio es bastante complejo ya que responde a un universo de intereses políticos muy extenso y que cambia en función de las fronteras de los países y las relaciones entre las civilizaciones.
9.1. A nivel global
Actualmente se suelen distinguir dos grandes polos de poder cultural en términos geopolíticos: Occidente y Oriente. La cultura occidental es la que tiene un fuerte componente eurocéntrico, fundamentado en sus raíces grecorromanas y la religión judeocristiana, asentada en el hemisferio occidental y con sistemas mayormente capitalistas.
La idea de cultura oriental no representa algo homogéneo, sino más bien una contraposición a la idea de cultura occidental. Hace referencia a todo el conjunto de culturas, con religiones, lenguas, orígenes e historia muy diversa, vistas tradicionalmente como lo opuesto al mundo occidental, especialmente en lo filosófico y económico, habiendo muchos casos de países con sistemas económicos comunistas (Antigua URSS y China).
9.2. A nivel local
En un sentido más restringido, centrado en lo más local, podemos distinguir diferentes tipos de cultura:
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Cultura nacional: hace referencia a la cultura general compartida en un Estado: española, francesa, mexicana, americana, británica...
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Cultura regional: hace referencia a las culturas que se desarrollan en regiones concretas dentro de un país: catalana, sarda, zapoteca, cajún, galesa…
10. Según su conservadurismo
Una cultura puede ser categorizada en función de lo conservadora que sea de generación en generación. La juventud tiene un poder muy fuerte a la hora de hacer que la sociedad a la que pertenecen cambie o se mantenga estática, tal y como era en la juventud de sus padres y la de sus abuelos. En función del progreso y los cambios en el pensamiento, puede haber una brecha generacional más o menos acusada.
10.1. Postfigurativa
Decimos que una cultura es postfigurativa cuando se asienta fuertemente en repetir y perpetuar las costumbres del pasado al presente, sin que hayan variaciones. Abuelos, padres e hijos comparten una visión conservadora de la cultura, considerando que debe permanecer estática. Esta conducta generacional ocurre habitualmente en los pueblos primitivos.
10.2. Cofigurativa
La juventud no toma como modelo el pasado, sino el comportamiento de los grupos contemporáneos. La juventud quiere asemejarse al resto de personas de su misma franja de edad en términos de lengua, religión, tradiciones y otros comportamientos.
Esto suele observarse en descendientes de inmigrantes. Al ir a parar a una nueva tierra, para adaptarse a ella, adquieren los rasgos culturales propios de la región, diferenciándose mucho de sus propios padres quienes se han criado en el extranjero.
10.3. Prefigurativa
La juventud muestra rechazo hacia el pasado y proyecta pautas y comportamientos innovadores. Debido a esto, los adultos no son capaces de comprender el nuevo mundo que se les presenta, puesto que los más jóvenes apenas comparten rasgos culturales con sus padres y abuelos.
Hay una auténtica brecha generacional y se ve al pasado como sinónimo de subdesarrollo, atraso y ranciedad, como sería el caso de la China en tiempos de la Revolución Cultural, en la que, bajo el gobierno de Mao Tse Tung, se inició toda una serie de reformas para hacer que el país asiático rompiera con su pasado imperial.
Referencias bibliográficas:
- Groh, Arnold (2019). Theories of Culture. Londres: Routledge. ISBN 978-1-138-66865-2
- Boas, Franz (1964): Cuestiones fundamentales en antropología cultural. Solar/Hachette. Buenos Aires
- Cuche, Denys (1999): La noción de cultura en las ciencias sociales. Nueva Visión. Buenos Aires.