La trepanación es una práctica antiquísima y de orígenes inciertos. Consiste en perforar con una herramienta el hueso del cráneo y extraerlo, y su nombre proviene de la palabra trépano, que quiere decir perforador en griego.
Los arqueólogos han encontrado numerosos testimonios de esta práctica que se remontan al Neolítico, aunque lo más curioso es que se han hallado cráneos perforados en zonas del planeta totalmente alejadas entre sí y que, desde luego, no habían intercambiado conocimiento alguno.
Todo ello plantea una serie de preguntas: ¿por qué nuestros ancestros se perforaban el cráneo? ¿Qué objetivo perseguían con ello? ¿Era una práctica realmente peligrosa? ¿Obedecía a un ritual, o se trata de una de las primeras manifestaciones de medicina quirúrgica que existen?
¿Por qué nuestros ancestros realizaban trepanaciones en el cráneo?
Se han hallado cráneos trepanados en lugares como Japón, Alemania, la Península Ibérica, México y Chile. Se trata de territorios demasiado alejados, que no pudieron compartir ningún tipo de práctica ni conocimiento, lo que añade todavía más misterio a la cuestión. ¿Existió quizá una práctica ancestral en los primeros grupos de humanos, que luego permaneció una vez las diversas comunidades se fueron expandiendo por la tierra?
Esta teoría no parece plausible, puesto que los primeros testimonios de perforación craneal datan del Neolítico, una datación demasiado “cercana” en el tiempo, en la que el ser humano se hallaba ya extendido por todo el globo.
En concreto, los vestigios más antiguos datan de aproximadamente el 8.000 a.C., en pleno Mesolítico, el periodo que sirve de transición entre el Paleolítico y el Neolítico, y fueron descubiertos en el norte de África, Portugal y Ucrania.
¿Quiere ello decir que la completa ausencia de trepanaciones en los restos anteriores al Mesolítico significa que la práctica nació hace 10.000 años? ¿O quizá era mucho más antigua, pero no se han podido localizar todavía restos? Y, sobre todo ¿por qué surgió la trepanación?
- Artículo relacionado: "Las 6 etapas de la Prehistoria"
¿Qué es la trepanación?
Primero de todo, abordemos adecuadamente qué es la trepanación. Se trata de una operación que consiste en quitar el cuero cabelludo para, a continuación, practicar una perforación del hueso del cráneo. Luego la herida se limpia y se procede al vendaje.
Actualmente, esta práctica se sigue realizando en ámbito médico, y recibe el nombre de craneotomía. Sin embargo, así como en la actualidad tiene un objetivo exclusivamente medicinal, se desconoce por qué lo hacían nuestros ancestros de la Prehistoria.
Tras conocer en qué consiste la trepanación, otra de las preguntas que inevitablemente nos hacemos es: ¿era segura esta práctica? Pues, contra todo pronóstico, lo era mucho más de lo que nos pensamos. Primero, tal y como sostiene Miguel Botella, director del Departamento de Antropología Física de la Universidad de Granada, el cerebro y las meninges que lo protegen son indoloros, por lo que no parece que esta extraña práctica produjera un dolor excesivo.
Segundo, se calcula que en el Neolítico sobrevivía el 30% de los intervenidos, lo que, según Botella, no es una tasa de mortalidad elevada, sobre todo si se compara con la tasa de supervivencia en las trepanaciones de la edad antigua y medieval, que era sólo de un 1%.
- Quizás te interese: "Antropología: qué es y cuál es la historia de esta disciplina científica"
La trepanación prehistórica, ¿una técnica peligrosa?
Esta tasa de supervivencia asciende hasta el 80% según otros investigadores. Al parecer, los seres humanos del Neolítico aprendieron, a través del ensayo y el error, cómo perforar adecuadamente el cráneo sin tocar la membrana que protege el cerebro. Por otro lado, y de nuevo según Miguel Botella, los instrumentos usados en las trepanaciones prehistóricas, fabricados con puntas de sílex, eran mucho más higiénicos que los instrumentos de metal con los que se abría el cráneo en Roma y en la Edad Media.
Los arqueólogos han observado que, en muchos cráneos trepanados, se aprecia una renovación del hueso alrededor del agujero, lo que indica que el individuo sobrevivió a la operación. De hecho, este “hueso nuevo” es un indicador infalible para detectar si la trepanación fue o no un éxito. Por otro lado, la mayoría de las muertes se producían por infección, y no por los efectos de la trepanación en sí.
- Artículo relacionado: "¿Se cuidaba a las Personas con Discapacidad en la Prehistoria?"
Las trepanaciones: ¿rituales o remedios médicos?
Y llegamos a lo que es el grueso de la cuestión. ¿Qué objetivo tenían las trepanaciones? ¿Se trataba efectivamente de remedios médicos para aliviar enfermedades, o eran más bien rituales sagrados? ¿O quizá una mezcla de ambas cosas?
Elena Batieva, antropóloga de la Universidad Federal del Sur (Rostov, Rusia), dirigió las excavaciones que encontraron en Rusia una serie de cráneos trepanados de unos 5.000 años de antigüedad. Batieva observó que todas las perforaciones estaban ejecutadas en el mismo lugar, el obelión, un punto situado en la parte superior del cráneo.
No se trata del mejor sitio para iniciar una trepanación, puesto que en el obelión confluye la sangre del cerebro antes de salir hacia el resto del cuerpo. El hallazgo era, como mínimo, intrigante.
Lo más misterioso era, sin embargo, que los cráneos no mostraban indicio de lesión alguna, ni aún antes de ser trepanados, por lo que Batieva concluyó que la práctica se había realizado en personas sanas, lo que descartaba una operación con fines médicos.
Unos años más tarde, otra antropóloga, Julia Gresky, encontró, también en Rusia, otros cráneos aparentemente sanos que habían sido perforados exactamente en el mismo punto. La coincidencia del lugar trepanado y de que todos estos cráneos estuvieran ubicados en la misma zona llevó a pensar a Batieva y a Gresky que el sur de Rusia pudo haber sido, durante la Prehistoria, un centro ligado a prácticas religiosas, entre las que se incluía la trepanación.
¿Es esta la prueba definitiva de que las trepanaciones prehistóricas tenían finalidades religiosas? Sí y no. Sin descartar la posibilidad de que esta práctica se realizara con fines rituales, esto no excluye que conviviera con una práctica más “médica”, que tuviera como objetivo extirpar tumores cerebrales, drenar líquidos o curar migrañas y enfermedades mentales.
Sin embargo, Miguel Botella no está de acuerdo. El antropólogo sostiene que es del todo imposible que nuestros ancestros supieran que ciertos trastornos y enfermedades están relacionados con tumores en el cerebro, pues incluso en época de Aristóteles se seguía creyendo que el centro de las actividades era el corazón. Los egipcios, recordemos, extirpaban el cerebro durante la momificación y no lo conservaban junto con los otros órganos, lo que nos da una idea del valor que las antiguas culturas daban a este órgano.
Conclusiones
Por desgracia, no tenemos pruebas concluyentes que arrojen luz sobre el tema. Si nos atenemos a los restos arqueológicos, es posible que durante mucho tiempo conviviera el objetivo ritual con el objetivo curativo a la hora de realizar trepanaciones.
Es posible también que, ante un caso de epilepsia o trastorno mental, nuestros ancestros intuyeran que el “problema” estaba en la cabeza, aunque quizá lo atribuyeran a espíritus o fuerzas malignas y quisieran hacerlos “marchar” a través del agujero del cráneo. Si el problema realmente se encontraba físicamente en el cerebro (como una acumulación de líquido, por ejemplo), la solución podría haber curado efectivamente al “poseído”. De momento, queda todavía mucho por investigar y muchas preguntas por responder.