El cerebro sigue constituyendo uno de los órganos más enigmáticos, sino el que más, de todo el cuerpo humano. A pesar de conocer prácticamente todas las tareas que este realiza, desde permitirnos realizar los procesos físicos para la actividad de nuestro cuerpo hasta todos los procesos intelectuales y psicológicos, el cerebro aún alberga muchos misterios en cuanto a su funcionamiento en sí mismo.
La autoscopia pertenece a esa categoría de fenómenos en los que el cerebro “miente” a la persona. Concretamente, haciendo que la persona se perciba a sí misma desde fuera, como si fuese otra persona, viéndose y sintiéndose fuera de su propio cuerpo.
¿Qué es la Autoscopia? Definición y características
La autoscopia o fenómeno autoscópico como tal consiste en una experiencia mental subjetiva. Concretamente, hace referencia a una serie de experiencias sensoriales en las cuales la persona tiene la sensación de estar viendo su propio cuerpo desde una perspectiva extracorpórea.
Es decir, el sujeto se ve así mismo como si se estuviera viendo en un espejo, mientras cree estar despierto.
Características de los fenómenos autoscópicos
Para que una autoscopia pueda ser catalogada como tal deben darse estos tres factores:
- Desencarnación: experimentar la salida del propio cuerpo.
- Impresión de ver el mundo y desde otra perspectiva, pero con un punto de vista visual-espacial egocéntrico.
- Divisar el propio cuerpo desde esta perspectiva.
Existe una experiencia, catalogada como fenómeno autoscópico que ha adquirido bastante fama gracias tanto a la literatura como al cine y televisión, es la llamada 'experiencia extracorpórea', en la que la persona refiere haber salido de su cuerpo y haberlo observado desde arriba.
Pero existen varios tipos de autoscopias que se catalogan de diferente manera, según la conciencia que tiene la persona de su propio cuerpo. Las explicamos a continuación.
Tipos de autoscopias
Se conocen cuatro tipos de experiencias autoscópicas según lo que perciba la persona. Son las siguientes.
1. Alucinación autoscópica
En este tipo de alucinación la persona puede ver un doble de sí mismo pero sin identificarse con él. Es decir, durante esta experiencia la persona no percibe que su conciencia haya abandonado su cuerpo, sino más bien lo percibe como un doble, como si se tratara de otra persona independiente. Incluso cabe la posibilidad de que lo llegue a percibir como otra versión de la propia persona; la cual puede ser variar bien siendo más joven, más anciana o con algún rasgo facial concreto diferente.
2. Experiencia extracorporal (OBE)
En la experiencia extracorporal o extracorpórea el sujeto tiene la sensación de estar flotando proyectado en el exterior de su cuerpo. Durante esta vivencia la persona siente que está fuera de donde debería, que su “yo” está fuera de su propio cuerpo.
A diferencia de la alucinación autoscópica, en la experiencia extracorporal la persona sí identifica el cuerpo que está viendo como el suyo propio.
Un rasgo muy característico de esta vivencia y relatado de la misma manera en todas aquellas personas que han experimentado esta vivencia, es que se observan a sí mismos desde una perspectiva superior, como si estuvieran sostenidos sobre su propio cuerpo.
Este fenómeno está muy asociado a diferentes tipos de meditación y a experiencias cercanas a la muerte.
3. Heautoscopia
Las heautoscopias son fenómenos en los que la persona experimenta una forma de alucinación intermedia entre la autoscopia y la experiencia extracorporal. El sujeto puede percibir a un doble suyo pero no es capaz de descubrir con qué cuerpo identificarse, no sabe en qué cuerpo se encuentra exactamente.
Las personas que alguna vez han vivido este fenómeno refieren sentirse dueños de ambos cuerpos y de ninguno a la vez.
4. Sensación de presencia
Existe un extenso debate sobre si este tipo de experiencias deben catalogarse o no como autoscópicas. Sin embargo, entre los cuatro tipos de fenómenos, puede que este sea el más común o el que más se ha vivido entre la población.
En la sensación de presencia las personas no ven un doble de su cuerpo, sino que perciben la presencia física de otra persona muy cerca de ellas.
Síntomas que percibe la persona afectada
Vivir una de estos sucesos es algo muy complejo, ya que participan numerosos sistemas, percepciones y sensaciones.
El hecho de experimentar un vivencia autoscópica con toda su intensidad, requiere de mucho más que simplemente ver algo que la persona sabe que no es real. Además la alucinación visual como tal, deben aparecer otras variables sensoriales auditivas e incluso táctiles.
Asimismo, durante el fenómeno de la autoscopia, las alucinaciones anteriormente descritas van acompañadas de alucinaciones del sistema vestibular. Este es el sistema que, junto a otros sistemas de propiocepción, nos informa sobre la posición de nuestro cuerpo en el espacio. En estas experiencias, dicho sistema parece engañar a la persona; haciéndola sentir en otro lugar o posición que no se corresponde con la real.
Finalmente, junto a todos estos fenómenos, puede aparecer una contundente sensación de que la consciencia está en otro sitio, como si se hubiera desplazado a otro lugar.
Causas y trastornos asociados
El hecho de experimentar un espejismo tan curioso como la autoscopia no significa necesariamente que exista una psicopatología asociada. Estas alucinaciones pueden aparecer sin previo aviso por varios motivos:
- Falta de sueño
- Enfermedades que cursan con fiebre muy alta
- Lesiones neurológicas
- Consumo de sustancias
- Desequilibrio transitorio de la química del cuerpo
El estudio de estos fenómenos autoscópicos sugiere que existe algo flexible en cómo el cerebro percibe nuestro ser corporal, de ahí que sea capaz de modificarlo.
En cuanto a lo que concierne al origen neurobiológico de esta clase de vivencias, el tipo de experiencia indica que en ella intervienen áreas de asociación sensorial. Estas teorías tienen su fundamento en que la autoscopia se trata de una experiencia rica, completa y convincente; es decir, consistiría en un percepción alterada derivada de diferentes sistemas sensoriales.
Para concretar, existen ciertas áreas más específicas del cerebro tales como la unión temporoparietal la cual soporta los procesos del sistema vestibular y de información multisensorial. Además, también participa de la información del sistema límbico y de conexiones talámicas, por lo que todo apunta a que es una área esencial para que una marcha alterada de la misma acabe derivando en toda esta clase de fenómenos
Trastornos asociados: autoscopia negativa
Existe conocimiento de un trastorno psiquiátrico relacionado y que es conocido como autoscopia negativa o heautoscopia negativa. Esta es una manifestación psicológica en la que el paciente no consigue ver su reflejo cuando se mira en un espejo.
En estos casos, aunque las personas que lo rodean pueden ver la imagen, e incluso señalársela, la persona asegura no ver nada.