Las evoluciones sociales, las luchas por conseguir derechos y la liberación social, mental y sexual que han experimentado (y experimentan) multitud de sociedades a día de hoy, han hecho posible que muchas personas exploren su género y se permitan vivenciarlo al máximo. Anteriormente, y como consecuencia de la represión asociada hacia personas disidentes y fuera de la norma, estas no podían ni plantearse explorar la realidad de su género y debían vivir toda una vida con miedos y buscando escondites.
Afortunadamente, en los últimos años se generan debates plurales, buscando una mayor diversidad y representatividad en la mayoría de sectores de la sociedad. El hecho de que muchas personas estén experimentando identidades sexuales y de género diferentes a la norma genera nuevos espacios y seguridades para todas aquellas personas que siempre se hayan sentido en los márgenes o no hayan logrado comprender el desarrollo de su género o identificarse con él.
En este artículo vamos a hablar sobre las identidades de género queer, ahondando principalmente en qué es el género fluido. Comprenderemos el género como un constructo social y comentaremos diferentes maneras de vivenciarlo, arrojando luz sobre realidades que a menudo quedan relegadas a la falta de representación y voz.
Comprendiendo el género
Antes de descubrir qué son las identidades queer y qué significa ser una persona de género fluido, es importante hacer un repaso por diferentes conceptos asociados al género tradicionalmente, comprendiendo cómo ha evolucionado este constructo hasta nuestros días.
1. Género asociado al sexo
A lo largo de la historia, el género ha servido para dividir y categorizar a las personas en función de expectativas y roles predefinidos y en base a las características biológicas, el sexo. Tradicionalmente, el género se ha entendido como una dicotomía rígida y puramente física; masculino o femenino, con roles y comportamientos asociados a cada categoría. De esta forma, cualquier persona que tuviese unos comportamientos diferenciados de estas normas y expectativas era objeto de críticas, burlas, exclusión social, marginación, castigo e incluso, la muerte.
2. Género como un constructo social
Afortunadamente, los cambios sociales y la lucha por los derechos plurales y diversos han facilitado que a día de hoy el género pueda entenderse como un constructo social. De esta forma, se entiende el sexo y el género de formas diferentes y no necesariamente ligadas. Así, el sexo haría referencia a los órganos reproductivos de cada persona, y el género, a la concepción de género que cada persona hace de sí misma. De esta forma se entiende el género como una mera concepción social, en base a roles y expectativas ligadas a cada identidad de género y que deben deconstruirse para que cada identidad tenga un valor significativo y diferente.
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3. Actualidad y críticas a las normas de género
Cada vez más, las personas se identifican y expresan su género de maneras diversas. El término "no binario" se ha popularizado para describir a quienes no se identifican exclusivamente como hombres o mujeres. También han surgido identidades de género como género queer, género fluido y género agénero, que desafían las categorías tradicionales y reconocen la diversidad de las experiencias de género. La crítica a las normas de género se ha centrado en cuestionar la validez de las expectativas de género impuestas por la sociedad. Se argumenta que estas normas limitan la libertad y el desarrollo personal de las personas al forzarlas a conformarse con roles y comportamientos predefinidos.
¿Qué son las identidades queer?
Como hemos comentado anteriormente, el desafío a las normas tradicionales asociadas a la concepción de los géneros ha facilitado el cuestionamiento del género y de las expectativas asociadas a él. De esta forma, las identidades queer han surgido pudiendo entenderlas como un término paraguas que engloba una amplia gama de experiencias de género y orientaciones sexuales que desafían las normas tradicionales y binarias. La palabra “queer” solía usarse de forma peyorativa para estigmatizar y diferenciar a personas no heterosexuales, pero en las últimas décadas, ha sido reapropiada como una identidad de empoderamiento que abarca la diversidad en términos de género y sexualidad.
1. La diversidad en las identidades queer
A lo largo del especto de las identidades queer, encontramos una gran diversidad de experiencias. En principio, no debe entenderse cada identidad de género como un manual de instrucciones o como una lista de “tareas” que cumplir; cada persona vivencia su género de una forma y es importante generar espacios para el autoconocimiento, la exploración y la presentación plural. Algunas de las identidades queer son, por ejemplo:
- Personas LGBTIQ+: las personas del colectivo LGBTIQ+ (lesbianas, gays, bisexuales, transexuales, intersexuales, queer y otras identidades) pueden desarrollar en sí diversas identidades queer más relacionadas con el género que con la orientación sexual. Lo importante es pararse a conocer, preguntar y respetar que cada persona viva su género de una manera concreta; no dejarse llevar exclusivamente por las etiquetas.
- Personas no binarias: las personas no binarias son aquellas que rechazan la binariedad del género, es decir, no se identifican exclusivamente como hombres o mujeres. Estas personas pueden ser también LGBTIQ+, pero no tiene por qué; no tiene por qué haber “requisitos”.
- Identidades de género fluido: el género fluido hace referencia a una identidad queer que no es fija y cambia con el tiempo. De la misma forma que la no binariedad de género, desafía los conceptos tradicionales de este constructo, pudiendo identificarse como hombre o mujer en diferentes momentos y situaciones.
- Personas genderqueer: en general, este término se utiliza para referirse a personas que desafían las normas convencionales del género pero no tienen por qué ceñirse a otra etiqueta o género concreto; el desafío en sí ya se considera una forma diferente de experimentar el género.
2. La importancia de las identidades queer
Las identidades queer son esenciales para comprender la diversidad de las experiencias humanas en términos de género y sexualidad. Al cuestionar las categorías tradicionales y binarias, estas identidades desafían la discriminación y la estigmatización a la que se enfrentan las personas que no se ajustan a las normas convencionales. A pesar de los avances en la aceptación de las identidades queer, muchas personas aún enfrentan discriminación y falta de comprensión. La lucha por la igualdad de derechos, la visibilidad y el respeto continúa siendo una prioridad para los activistas y defensores de las identidades queer en todo el mundo.
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¿Qué es el género fluido?
Ya presentado anteriormente, vamos a centrarnos en la definición del género fluido para comprender mejor las características principales de esta forma desafiante de entender el género.
El género no fluido es una identidad de género que desafía la noción tradicional de que el género es estático y constante a lo largo de la vida de una persona. A diferencia de las identidades de género convencionales, las personas de género fluido experimentan una fluidez y cambio en su identidad de género, lo que significa que su sentido de género puede cambiar con el tiempo, en diferentes situaciones o incluso día a día.
1. La fluidez del género
Para las personas de género fluido, su identidad de género no está limitada a las categorías binarias de "hombre" o "mujer". Pueden identificarse en algún punto del espectro de género o en una combinación de varios puntos a lo largo del tiempo. Esto puede manifestarse a través de cambios en la expresión de género, los pronombres que prefieren usar o la forma en que se sienten en relación con su género en un momento dado.
2. La importancia de reconocer el género fluido
Reconocer y respetar la identidad de género fluido es fundamental para crear un ambiente inclusivo y comprensivo. Las personas de género fluido a menudo enfrentan malentendidos y prejuicios debido a la falta de conocimiento sobre su experiencia única. Al aceptar y validar sus identidades, contribuimos a una sociedad más inclusiva que respeta la diversidad de las experiencias de género.
¿Cómo tratar a una persona de género fluido?
Cuando interactuamos con personas de género fluido, es fundamental mostrar respeto, empatía y comprensión hacia sus identidades y experiencias. Es posible que sientas confusión respecto a cómo tratar a estas personas para respetar su identidad y no resultar hiriente, así que aquí te recomendamos, a modo de conclusión, algunas pautas para tratar a una persona de género fluido:
1. Escucha activa
Escucha a estas personas y las realidades que tienen que contarte. Deja que estas personas compartan sus experiencias y sentimientos sobre su identidad de género y no des nada por sentado ni hagas suposiciones. Es importante tener en la cabeza que cada persona puede vivenciar su género y sexualidad de una forma determinada y debes respetarlo.
2. Usa los pronombres correctos
Pregunta y utiliza los pronombres preferidos por la persona. Es mejor que preguntes de forma respetuosa acerca de sus pronombres a que asumas unos que no son. Algunas personas de género fluido pueden preferir pronombres neutros, mientras que otras pueden preferir una combinación de pronombres tradicionales.
3. Evita preguntas intrusivas
No hagas preguntas personales o intrusivas sobre la identidad de género de la persona a menos que te lo hayan permitido. La privacidad y el consentimiento son fundamentales, y utilizar una posición de poder sobre la otra persona para preguntar detalles concretos innecesarios sobre su sexualidad y género puede considerarse como una forma de agresión.
4. Respeta la expresión de género
La expresión de género o la forma en la que las personas de género fluido se presentan al resto puede variar a lo largo del tiempo; en esto principalmente consiste su identidad. Respeta la forma en la que se presentan y no hagas comentarios negativos ni hirientes sobre su apariencia o elección de ropa, por ejemplo.
