La Teoría de Manejo del Terror: qué es y cómo explica el miedo a la muerte

La Teoría de Manejo del Terror explica el miedo a la muerte y sus causas psicológicas.

La Teoría de Manejo del Terror

El ser humano puede experimentar miedos a diferentes elementos, y uno de los más recurrentes es el de la muerte.

Existen diferentes teorías para tratar de explicar los mecanismos psicológicos que están detrás de esta reacción. Una de las más novedosas es la teoría de manejo del terror. Vamos a profundizar en este modelo para así entender mejor su explicación hacia este fenómeno.

¿Qué es la Teoría de Manejo del Terror?

La teoría de manejo del terror es un modelo creado para tratar de dar respuesta al malestar psicológico que el pensamiento sobre el fin de la vida provoca en muchas personas.

El fundamento de esta teoría es la relación conflictiva que se da entre dos partes. Por un lado, el instinto natural de conservación que tiene tanto el ser humano como otros animales.

Por el otro, la percepción consciente de que somos mortales y por lo tanto en algún momento la vida terminará. No solo eso, sino que generalmente no podemos saber cuándo va a ocurrir, lo que aumenta ese malestar. Se combinan, por lo tanto, dos condiciones acerca de la muerte: que es inevitable y que además no se puede predecir el momento en el que llegará.

Según la teoría de manejo del terror, esta situación genera en muchos sujetos un intenso miedo, que ha de ser manejado de alguna manera. Una de las vías para ello es sencillamente la evasión mental, que se traduciría en ocupar la mente con otros asuntos que resulten de más agrado para la persona.

Pero existe otra vía de escape muy extendida entre gran parte de la población, que son construcciones culturales, frecuentemente basadas en creencias religiosas, que anticipan una vida inmortal tras la vida terrenal. Se trata de una medida que alivia la ansiedad provocada por el miedo a morir, pues se tiene la esperanza de que, de alguna manera, ese no sea el punto y final de la vida.

Sin embargo, la teoría de manejo del terror nos explica que el de la religión es solo uno de los mecanismos que las personas pueden utilizar para rebajar ese pánico que supone la perspectiva de morir en algún momento. Existen otros constructos culturales cuyo efecto a nivel psicológico va en la misma dirección que la idea de una vida después de la muerte.

Estos elementos estarían relacionados con la idea de trascender de alguna manera, no como un ser inmortal, sino formando parte de algo mayor, ya sea a una familia, a una nación, a una organización o simplemente a la especie humana. Se trataría, por lo tanto, de una inmortalidad simbólica, basada en el hecho de ser partícipe en algún acto o idea que pueda recordarse históricamente.

El origen de esta teoría psicológica

Tan importante como conocer en qué consiste la teoría de manejo del terror, es conocer su origen. Esta propuesta, que se encuadra dentro de las áreas social y evolucionista de la psicología, es producto de un trabajo de los autores Jeff Greenberg, Sheldon Solomon y Tom Pyszczynski. Originalmente, estos psicólogos pusieron la idea de manifiesto en el libro titulado The Worm at the Core: On the Role of Death in Life, publicado en el año 2015.

Sin embargo, es necesario tener en cuenta que la idea en torno a cual gira la teoría de manejo del terror no es nueva, ni mucho menos. Una de las obras más recientes de las que dicho modelo estaría bebiendo, es la de La negación de la muerte, del antropólogo estadounidense, Ernest Becker.

Becker afirma que, en realidad, la gran parte de las conductas que cualquier persona realiza a lo largo de su vida tienen como fin último, bien el tratar de aplazar una muerte que, en realidad, es inevitable, o bien el evadirse para no tener dicho pensamiento, que genera ansiedad y miedo, en la cabeza.

Es precisamente ese miedo a morir, tal y como posteriormente recoge la teoría de manejo del terror, lo que impulsa a los seres humanos a tratar de darle un significado, no solo a la muerte, sino a la vida. Esa ansiedad provoca, por ejemplo, la aparición de esas ideas religiosas, pero también leyes, símbolos y otros elementos culturales, todos encaminados a tratar de rebajar el pánico a la idea de la inexistencia tras la muerte.

Todos esos conceptos funcionan a nivel colectivo, pero no hay que olvidar otro de los elementos fundamentales, que tanto para Becker como para la teoría de manejo del terror funciona, en este caso, a nivel individual, para aplacar el miedo a morir, y no es otro que la propia autoestima de cada persona.

En ese sentido, una buena autoestima ayudaría a disipar la sensación de ansiedad que la muerte puede provocarnos. Por ello, alguien con una alta autoestima, probablemente tendrá más recursos para afrontar la idea del miedo a morir que una persona con baja autoestima. Para Becker, de hecho, la autoestima es un sinónimo de heroísmo.

En definitiva, para el autor Ernest Becker, la muerte, y más concretamente el miedo ante la misma, es el motor que mueve los comportamientos del ser humano, siendo por lo tanto su principal motivación para actuar.

La teoría de manejo del terror y la evolución

Otra cuestión interesante que se ha analizado en la teoría de manejo del terror es la relación que existe entre el miedo a la muerte y el desarrollo evolutivo de nuestra especie. Podríamos preguntarnos si esta ansiedad ante la mortalidad es de algún modo adaptativa. Lo cierto es que el miedo ante cualquier estímulo potencialmente aversivo es, de hecho, una forma de adaptación.

Y es que, evitar los elementos que puedan dañarnos de una u otra manera, es una manera de aumentar las probabilidades de supervivencia. Pero el miedo a la muerte no encaja exactamente en este concepto, pues es evidente que, por mucho que temamos a la muerte, en última instancia jamás podremos evitarla.

Por lo tanto, según nos explica la teoría de manejo del terror, no parecería que este temor fuera una forma de adaptación sino más bien un efecto producido al llegar a un nivel de racionalidad en el que somos conscientes de lo inevitable del fin de la vida. En ese sentido, el propio aumento a nivel racional sería el elemento adaptativo, y el miedo a la muerte una consecuencia del mismo.

Ante este nuevo miedo, que no está presente en especies menos evolucionadas, el ser humano ha creado toda esa serie de mecanismos y constructos culturales, que ya hemos visto, para así tratar de aplacarlo. Por ello, podríamos decir que tanto el miedo a la muerte como los elementos creados para luchar contra él, tienen un mismo origen, que sería ese nivel de raciocinio único en nuestra especie.

El simple acto de enterrar a los muertos, podría tener un origen pragmático, por el hecho de evitar enfermedades o la atracción de animales carroñeros. Pero existen evidencias de que, tanto nuestra especie como la de los extintos neandertales, veían en estos ritos una forma de preparar al difunto para una vida extraterrenal, ya que situaban alimentos y otros elementos junto a los restos mortales.

Críticas

Sin embargo, no todos los autores están de acuerdo con el planteamiento que hace la teoría de manejo del terror. Algunos de estos críticos alegan que la conducta del ser humano se adapta para evitar las situaciones concretas que potencialmente pueden causar la muerte, por lo que la adaptación sería a cada uno de esos escenarios en particular, y no sería una generalidad en la que las personas se alejan de la muerte de manera inconsciente.

Otra de las críticas realizadas a este modelo consisten en la generalización que la teoría de manejo del terror hace acerca del miedo a la muerte como el mayor miedo, o el más general en la mayoría de los seres humanos. Estos autores alegan que en diferentes estudios, muchos participantes han elegido diversas situaciones en lugar de la muerte, como su mayor temor.

Algunos investigadores han propuesto como alternativa a este modelo, la idea de que en realidad no se teme a la muerte, sino que es la incertidumbre generada ante la misma, lo que estaría provocando la ansiedad en muchas de las personas. En ese sentido, alegan que la incertidumbre normalmente solo se tolera cuando existe un contexto que la atenúa, como puede ser un regalo envuelto, recibido por una festividad.

Sin embargo, cuando esta incertidumbre tiene un contexto que no invita a pensar en lo agradable del mismo, no será algo que la persona, por lo general, vaya a tolerar adecuadamente. Estas son algunas de las críticas que la teoría de manejo del terror ha recibido.

Referencias bibliográficas:

  • Becker, E. (1997). The denial of death. Free Press Paperbacks.
  • Greenberg, J., Pyszczynski, T., Solomon, S. (1986). The causes and consequences of a need for self-esteem: A terror management theory. Public self and private self. Springer.
  • Greenberg, J., Arndt, J. (2011). Terror management theory. Handbook of theories of social psychology.
  • Solomon, S., Greenberg, J., Pyszczynski, T. (2004). The cultural animal: Twenty years of terror management theory and research. Handbook of Experimental Existential Psychology. Guilford Press.
  • Solomon, S., Greenberg, J., Pyszczynski, T. (2015). The worm at the core: On the role of death in life. Random House.

Luis Martínez-Casasola (Madrid, 1988) se licenció en Psicología en la UAM y cuenta con un máster en Psicología Forense por la URJC y el COP de Madrid, así como con una especialización en recursos humanos. Tras varios años de experiencia en la redacción de contenidos web, ahora colabora como divulgador para medios especializados en el ámbito de la Psicología y la salud.

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