El reduccionismo materialista postula que los estados mentales pueden reducirse a estados físicos, es decir; para todo lo que nos pasa, podemos encontrar una explicación en nuestro cuerpo, sus sistemas y su modo de funcionamiento.
Esta forma de pensamiento es la que todavía domina entre la gran mayoría de científicos de nuestro tiempo. Desde el campo de la sociobiología, se intenta explicar todos los comportamientos de todos los seres vivos, incluidos los humanos, desde el egoísmo genético. Es un camino que se apoya en el método científico como única forma de conocer la verdad y explicar la realidad. Sin embargo, según sus detractores, obvia gran parte de esta, cerrándose, a las cosas que existen que van más allá de lo físico, donde se encontraría la espiritualidad.
En el mundo animal ya descubrimos que no solo existe el egoísmo genético, muchas especies muestran cooperación. Aunque la cooperación altruista, donde no existe un objetivo egoísta individual por parte de los sujetos que conforman el grupo, se manifiesta plenamente en los seres humanos.
La cooperación altruista ha sido durante mucho tiempo motivo de debate, ¿qué hace que los seres humanos cooperen en grupos grandes de sujetos que en principio no tienen ninguna relación genética? Dentro de las explicaciones propuestas se han expuesto diferentes causas como agentes de la cooperación altruista; el establecimiento del cultivo agrícola, los conflictos bélicos o la religión.
Dentro de las teorías que han sonado con más fuerza, encontramos la hipótesis de los grandes dioses o los dioses moralizadores, que establece la religión como clave para entender este comportamiento. Pero, ¿qué dice exactamente esta teoría no verificada? En este artículo explicaremos detalladamente la hipótesis de los grandes dioses y su validez en la actualidad.
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¿Qué propone la Hipótesis de los Grandes Dioses?
Los grandes dioses se definen como seres con propiedades divinas que castigan las transgresiones morales. La hipótesis de los grandes dioses propone que la cooperación entre extraños que se da en las grandes sociedades, surgió, en parte, como consecuencia de los castigos moralizantes que se atribuían a estas deidades.
La propia hipótesis de los grandes dioses ha cambiado a lo largo del tiempo, presentándose inicialmente como una innovación cultural necesaria para el aumento de la complejidad sociopolítica y más tarde, en una versión más diluida de la hipótesis, como solo un elemento dentro de un conjunto de variables que junto a otros factores culturales contribuyeron al aumento de la complejidad sociopolítica, aunque no a su aparición y propagación inicial.
De acuerdo con la primera hipótesis de los grandes dioses, la creencia en la aplicación sobrenatural de amplias normas éticas y morales que rigen los asuntos humanos facilitó, junto a la transición prehistórica a la agricultura, el aumento en la complejidad sociopolítica. Así pues, los grandes dioses fueron el factor clave en el surgimiento de grandes grupos que fueron desencadenados por el cultivo agrícola.
Las formulaciones posteriores de esta hipótesis enfatizaron que la idea de un Gran Dios moralizante formaba parte de un gran número de innovaciones religiosas que evolucionaron gradualmente con la construcción de sociedades más grandes y cada vez más complejas.
Según esta teoría, es más probable que las personas cooperen de manera justa si creen que Dios les castigará. Sin embargo, nuevos datos han venido a contradecir esta idea.
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¿Es verdad la Hipótesis de los Grandes Dioses?
La hipótesis de los grandes dioses establecía como una causa de la evolución hacia sociedades más complejas la creencia en un gran dios.
Hasta hace pocos años se habían venido utilizando diferentes formas de evidencia: experimentos psicológicos, análisis comparativos transculturales y estudios de casos históricos para poner a prueba la hipótesis de los grandes dioses. Sin embargo, los resultados que apoyan las hipótesis de los grandes dioses son controvertidos y contradictorios. En algunos casos se concluye que el papel de los elementos religiosos era fundamental, asumiéndolos como una de las causas de la expansión de las sociedades, en otros estudios estos aparecían después del aumento de la complejidad sociopolítica, y contribuían a sostener y ampliar la expansión. Aunque siempre actuaban como factor causal y no como consecuencia.
Recientemente, se ha investigado el verdadero papel de los "grandes dioses" en el aumento de la complejidad sociopolítica y el surgimiento de grandes sociedades enfrentádolos a los datos históricos. Estos han venido a contradecir esta hipótesis, invirtiendo la relación causal que establecía, se ha descubierto que la creencia en una deidad moralizadora es el resultado, no la causa, de la evolución de las sociedades complejas.
Los resultados obtenidos gracias al Big Data muestran que los aumentos importantes en la complejidad social efectivamente se dieron antes que el surgimiento de los grandes dioses, y que, por tanto, estos no contribuyeron a la evolución de la complejidad sociopolítica, como predice la hipótesis de los grandes dioses.
Para el análisis estadístico, los investigadores utilizaron Seshat, una gran base de datos. Seshat ofrece una enorme colección de información histórica y ha permitido poner a prueba y enfrentar a los datos, las diferentes hipótesis que venían existiendo sobre el surgimiento y la caída de las sociedades de todo el mundo a través de los siglos, como la hipótesis de los grandes dioses.
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Big Data aplicado al origen de las civilizaciones
El objetivo del estudio fue establecer en qué punto de la historia del mundo aparecieron los Grandes Dioses, para poder así establecer la relación con el aumento de la complejidad sociopolítica, y el papel de la religión moralizante en la evolución de la cooperación entre los seres humanos.
Para poner a prueba la hipótesis de los Grandes Dioses con los datos de Seshat se reunieron datos de más de 50 aspectos de la complejidad sociopolítica, que incluyen la escala social, los niveles jerárquicos y la sofisticación institucional. Estos datos se recogieron en 30 regiones geográficas desde el inicio del Neolítico hasta el comienzo de los periodos industrial y/o colonial.
El aumento de la complejidad sociopolítica es fácil de establecer, sin embargo, uno de los principales retos a los que se enfrenta cualquier intento de probar la hipótesis de los Grandes Dioses es captar hasta qué punto los dioses se preocupan por la moralidad del comportamiento humano. Se necesita un método para operacionalizar el concepto de Grandes Dioses, al no ser este medible directamente se debe establecer un proceso de medición a partir de otros fenómenos relacionados. Y una forma para codificar su presencia o ausencia en los sistemas de creencias antiguos. En este caso se decidió medir la presencia de dos aspectos de la religión denominada moralizadora, la superioridad de los dioses sobre los asuntos humanos y la divinidad.
En casi todas las partes del mundo donde se tienen datos, las deidades moralizantes aparecen después del aumento en la complejidad social, tienden a seguirlo, en vez de precederlo. A este resultado concreto, hay que añadir que los dioses moralizantes, vienen después de los rituales. Estos rituales ya son una forma de colectividad, ya que dan un sentido de identidad y pertenencia a un mismo grupo de personas que comparten una espiritualidad. Los rituales actúan como una especie de adhesivo social, gracias a ellos, las personas, en un principio desconocidas, actúan de una forma cooperativa por un bien que va más allá de sus objetivos individualistas. Estos hallazgos sugieren que la identidad colectiva es más importante que las creencias religiosas para promover la cooperación social.
Big data y teorías sociales
Hasta hace poco era imposible distinguir las relaciones causales en las teorías sociales, ya que faltaban datos cuantitativos de la historia mundial y sus sociedades.
La complejidad de una sociedad se puede estimar a partir de características sociales como la población, el territorio, la complejidad de las instituciones gubernamentales y los sistemas de información. Los datos religiosos incluyen creencias en la realización sobrenatural de la reciprocidad, la justicia y la lealtad, así como la frecuencia y normalización de los rituales religiosos.
Seshat, la herramienta utilizada para refutar la hipótesis de los grandes dioses, es descrita como la base de datos histórica global y es en la actualidad la colección más completa de datos históricos y prehistóricos. Como explica su web, “esta base de datos recoge sistemáticamente lo que se sabe actualmente sobre la organización social y política de las sociedades humanas y cómo han evolucionado las civilizaciones a lo largo del tiempo”. Actualmente, contiene miles de registros de complejidad social, religión y otras características de 500 sociedades, que abarcan 10 000 años de historia humana.
El análisis de cientos de variables relacionadas con la complejidad social, la religión, la guerra, la agricultura y otras características de la cultura y la sociedad humanas. Permiten a los investigadores poner a prueba una larga lista de teorías e hipótesis sobre la historia del mundo y la humanidad. Esto incluye teorías contrapuestas sobre cómo y por qué los humanos evolucionaron para cooperar en sociedades a gran escala.