Las fobias son trastornos de ansiedad muy frecuentes, y una de las principales causas de visita a los centros de Psicología. Además de las fobias clásicas, como pueden ser el miedo a volar (aerofobia) o el miedo a las alturas (acrofobia), existen fobias menos habituales, que puedes conocer en nuestro artículo “Las 15 fobias más raras que existen”.
Algunas fobias pueden no suponer un gran problema para la persona que la sufre, puesto que la presencia del estímulo fóbico es poco habitual. Ahora bien, otras fobias son realmente incapacitantes, como es el caso del miedo a dormir, que recibe el nombre de hipnofobia, oneirofobia y somnifobia.
En este artículo hablaremos de esta fobia y explicaremos sus causas, síntomas y consecuencias.
Qué es la hipnofobia
Las fobias son trastornos de ansiedad que se caracterizan porque la persona que la sufre siente un miedo irracional hacia un estímulo (situación, objeto, animal, etc.). Uno de sus principales síntomas es la ansiedad extrema y la evitación del estímulo temido por parte el afectado como consecuencia del malestar que éste sufre.
Fobias hay de muchos tipos, como puedes ver en nuestro artículo “Tipos de fobias: explorando los trastornos del miedo”, y una de las más incapacitantes es el miedo a dormir, pues este acto es necesario para el ser humano y aporta muchos beneficios para la salud. Las personas que no descansan apropiadamente ven su calidad de vida y bienestar, tanto físico como mental, deteriorado.
La fobia a dormir suele presentarse en cualquier edad, cuando la persona tiene que acostarse, al pensar que puede morir durante la noche o por las pesadillas que sufre. La ansiedad extrema lleva al sujeto a un estado de pánico e insomnio que puede ser altamente perjudicial para su salud. En este sentido, es necesario tratar esta fobia, que suele requerir no solamente tratamiento psicológico, en algunos casos también farmacológico. Esta patología es grave, por lo que suele necesitar de ayuda profesional.
Causas de la fobia a dormir
Independientemente del tipo de fobia, las causas de desarrollar estas patologías suelen ser comunes. La emoción de miedo se aprende, y la fobia puede aparecer debido a un aprendizaje asociativo llamado “Condicionamiento Clásico”. Por lo tanto, las fobias se desarrollan por la asociación de un estímulo incondicionado que elicita una respuesta refleja de miedo y otro que originalmente no la provoca, llamado estímulo neutro. Tras presentarse juntos ambos estímulos y como consecuencia de la experiencia desagradable, el estímulo neutro, ahora estímulo condicionado, puede llegar a elicitar una respuesta de miedo, llamada respuesta condicionada.
Los primeros experimentos de Condicionamiento Clásico con humanos se llevaron a cabo en los años 20, cuando John Watson hizo que un niño, de nombre Albert, desarrollase una fobia a una rata blanca con la que anteriormente jugaba. Este experimento no podría llevarse a cabo hoy en día, puesto que sería considerado como poco ético.
- Para saber más sobre el condicionamiento clásico, puedes leer nuestro artículo: “El condicionamiento clásico y sus experimentos más importantes”
Otras causas de este trastorno
A pesar de que el Condicionamiento Clásico es la causa más habitual por la que se desarrolla este trastorno, también puede aparecer por condicionamiento vicario, que es un tipo de aprendizaje por observación. Puedes profundizar en este concepto haciendo clic en este enlace.
Los expertos también concluyen que las fobias tienen un origen biológico, puesto que la emoción de miedo tiene una función adaptativa, y ha sido muy importante para la supervivencia de los seres humanos a lo largo de la historia. Las fobias se desarrollan por asociaciones primitivas (en el cerebro primitivo) y no en el cerebro racional (neocortex). Este es el motivo por el cual no responden a argumentos lógicos, lo que hace que los pacientes con esta patología sean conscientes de lo que les ocurre pero no puedan superar la fobia, en muchas ocasiones, sin ayuda profesional.
Síntomas
Las fobias pueden aparecer ante diferentes estímulos fóbicos; sin embargo, la sintomatología no varía de un tipo a otro. Este trastorno afecta a una persona de diferentes maneras, tanto a nivel cognitivo, del comportamiento y físico.
En cuanto a los síntomas cognitivos, aparece el miedo, la angustia, los pensamientos catastrofistas, la confusión y la falta de concentración. En lo que se refiere a los síntomas del comportamiento, la persona experimenta una gran necesidad de evitar el estímulo temido para reducir, de esta manera, el malestar. Por último, los síntomas físicos característicos son: dolor de cabeza, falta de aire e hiperventilación, náuseas o tensión en los músculos, entre otros.
Tratamiento y terapia
Las fobias son trastornos frecuentes, pero por suerte responden bien al tratamiento. La terapia psicológica ha demostrado que ayuda a los pacientes, según los estudios científicos. Ahora bien, en el caso de la hipnofobia también pueden administrarse fármacos que, a medida que avanza el tratamiento, se retiran de manera gradual.
En cuanto a la terapia psicológica, la terapia cognitivo conductual es el tratamiento por excelencia. En este método terapéutico se emplean diferentes técnicas como son las técnicas de relajación y las de exposición, ambas muy útiles para tratar esta patología.
La técnica más conocida para ayudar al paciente a superar la fobia es la desensibilización sistemática, que consiste en exponer al paciente al estímulo fóbico de manera gradual, pero éste recibe previamente entrenamiento en estrategias de afrontamiento.
Además de la terapia cognitivo conductual, la terapia cognitiva basada en Mindfulness y la terapia de aceptación y compromiso funcionan muy bien para el tratamiento psicológico de las fobias.
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