Las lesiones en el lóbulo temporal medial provocan déficits en la memoria anterógrada, y frecuentemente también en la retrógrada.
En este artículo analizaremos en qué consiste el síndrome amnésico y cuáles son sus causas principales, incluyendo la más habitual y característica: el síndrome de Wernicke-Korsakoff, que se debe a desnutrición y abuso de alcohol.
¿Qué es el síndrome amnésico?
El concepto “síndrome amnésico” tiene un carácter relativamente genérico. Se utiliza para hacer referencia a cualquier alteración permanente de la memoria que se produzca como consecuencia de daños en el cerebro, de modo que puede incluir trastornos debidos a causas muy distintas; no obstante, el síndrome de Wernicke-Korsakoff es el más representativo.
Por lo general el término “síndrome amnésico” se emplea para hablar de los trastornos que afectan específicamente a la memoria, sin que se encuentren presentes otros déficits cognitivos (por ejemplo en la inteligencia o en el lenguaje). En caso de que lo estén, los problemas de memoria suelen tener una significación clínica muy superior al resto.
En consecuencia, las causas del síndrome amnésico tienden a consistir en lesiones focales de las áreas mediales del lóbulo temporal, concretamente en las estructuras del sistema límbico implicadas en la consolidación y en la recuperación de recuerdos, como el hipocampo y la amígdala, fundamentales en la memoria espacial y emocional respectivamente.
Tipos de amnesia: retrógrada y anterógrada
Este tipo de daños hacen que la persona afectada tenga problemas severos para aprender información nueva; este fenómeno se conoce como amnesia anterógrada, y va acompañado en ocasiones, pero no necesariamente, por amnesia retrógrada, consistente en el olvido de recuerdos que se codificaron antes de la lesión cerebral.
A nivel clínico, los pacientes con síndrome amnésico pueden manifestar un funcionamiento aparentemente normal, puesto que su memoria operativa no se encuentra afectada, como tampoco lo está su capacidad para realizar nuevos aprendizajes de tipo procedimental. Sin embargo, los déficits en la memoria declarativa interfieren en gran medida en la vida de estas personas.
Por lo general la amnesia retrógrada es más evidente para los recuerdos recientes que para los lejanos, si bien su gravedad depende de la lesión. En cuanto a la amnesia anterógrada, en la actualidad se sabe que no suele ser tan extrema como se pensaba hace años, puesto que el mantenimiento de otras funciones mnémicas permite compensar los déficits declarativos.
Causas principales de este trastorno
Cualquier factor susceptible de dañar las regiones temporales mediales del cerebro tiene el potencial de provocar un síndrome amnésico. Las causas más habituales son el síndrome de Wernicke-Korsakoff, que se asocia al consumo excesivo de alcohol, la encefalitis herpética y la anoxia, así como los infartos, las hemorragias y los tumores en el cerebro.
La amnesia retrógrada también es uno de los efectos secundarios más característicos de la terapia electroconvulsiva, que se aplica ocasionalmente en casos de depresión mayor y de trastorno bipolar, entre otras alteraciones psicológicas. No obstante, muchos autores no considerarían estos efectos un verdadero síndrome amnésico a causa de su transitoriedad.
1. Síndrome de Wernicke-Korsakoff
El síndrome de Wernicke-Korsakoff se debe a déficits de vitamina B1, que es llamada también tiamina. La causa más frecuente es la desnutrición, sobre todo cuando se relaciona con el abuso de alcoholdurante un periodo largo de tiempo. Esta enfermedad consta de dos fases: la encefalopatía de Wernicke y el síndrome de Korsakoff.
Durante la fase aguda aparecen síntomas y signos como problemas de atención, confusión, desorientación temporal, espacial y personal, apatía, dolor neuropático, ataxia (falta de coordinación motora en general) nistagmo (movimientos involuntarios de las pupilas) y oftalmoplejía (parálisis de los músculos de los ojos).
El término “síndrome de Korsakoff” hace referencia a la fase crónica de este proceso, en la cual aparecen alteraciones severas en la memoria anterógrada y en la retrógrada; en este último caso, el olvido suele afectar a recuerdos codificados hasta dos décadas antes de que se produjera la encefalopatía de Wernicke.
2. Accidentes cerebrovasculares
Los infartos y las hemorragias en el cerebro son dos causas muy comunes del síndrome amnésico, en particular cuando tienen lugar en la arteria comunicante anterior, en la arteria cerebral anterior o en la arteria de Heubner. La fabulación o invención involuntaria de recuerdos, un signo característico del síndrome amnésico, es muy habitual en estos casos.
Otro fenómeno similar que también se asocia con la amnesia es la anoxia cerebral, que consiste en la interrupción del riego de oxígeno a este órgano como consecuencia de paradas cardíacas; esto puede hacer que se destruyan células del hipocampo y de otras regiones del lóbulo temporal, lo cual explica la aparición de problemas de memoria.
3. Tumores en los ventrículos
El desarrollo de tumores en zonas cercanas al sistema límbico provoca con frecuencia el síndrome amnésico. Un caso especialmente digno de mención es el de los tumores en el tercer ventrículo, que suelen dañar el fórnix, la conexión principal entre el tálamo y las estructuras implicadas en la memoria.
4. Encefalitis herpética
La encefalitis herpética es una enfermedad del sistema nervioso central que se produce a causa de una infección del virus del herpes simple, y que puede provocar síntomas permanentes como amnesia, confusión y crisis epilépticas a causa de lesiones en el hipocampo, la amígdala, el uncus y otras áreas del sistema límbico.
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