El work-life balance nos propone intentar conciliar ambos ámbitos de nuestras vidas, el laboral y el personal, para conseguir un equilibrio psicológico y emocional adecuado.
Actualmente, en el mundo laboral tan demandante en el que vivimos, es fácil perder el equilibrio y dedicar más tiempo al trabajo, relegando a un segundo plano el ámbito más personal. Esta falta de balance no solo repercute en los ámbitos que dejamos de atender, como el familiar, el de pareja o las amistades, sino que termina por afectar la propia funcionalidad en el trabajo y por repercutir también en la salud física y psicológica de cada sujeto.
En este artículo hablaremos del work-life balance, veremos qué variables repercuten en la posibilidad de equilibrio, qué consecuencias psicológicas tiene la falta de balance entre lo laboral y lo personal, y cómo actuar para conseguir la conciliación profesional y familiar.
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¿Qué es el work-life balance?
El work-life balance, o en español equilibrio entre el trabajo y la vida, consiste en el grado de conciliación entre la vida laboral y la vida personal y familiar. Sabemos que ambos factores, tanto el laboral como el familiar, son importantes en nuestra vida y, por tanto, es necesario dedicarle el tiempo pertinente a cada uno, sin descuidar ninguno.
En la sociedad actual, donde las exigencias laborales y la demanda laboral es tan elevada, es fácil que nos centraremos en exceso en este ámbito y dejemos de dedicar tiempo a los otros.
Cada ámbito nos aporta distintas cosas. Por ejemplo, el laboral nos permite desarrollar nuestra carrera profesional y ganar dinero; en cambio, el familiar es el que nos permite desarrollarnos como personas, relacionándose con nuestra parte más emocional. Por este motivo, es fundamental encontrar el equilibrio entre ambos para sentirnos plenamente realizados.
Por otra parte, es preciso señalar que actualmente debemos asegurarnos que en ambos sexos hay posibilidad de conciliar todos los ámbitos. Es decir, que tanto mujeres como hombres pueden desarrollarse de manera profesional y personal y que se dedican a ambos contextos de manera equilibrada y de modo similar. Por esta razón, para garantizar que la conciliación se realice y se cumpla por parte de las distintas empresas, se ha establecido una normativa donde figuran los distintos derechos con los que cuentan los trabajadores.
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Variables que no permiten la conciliación
Existen distintos factores más o menos controlables que pueden afectar a la conciliación y dificultar el logro de equilibrio entre la vida laboral y familiar.
En referencia al ámbito laboral, trabajar muchas horas o un incremento de la responsabilidad laboral puede requerir una mayor dedicación de tiempo.
Asimismo, trabajar desde casa, lo que actualmente conocemos como teletrabajo, también dificulta separar el tiempo que dedicamos al trabajo del tiempo personal y familiar. Es fácil que no respetemos el horario y terminemos trabajando más horas, produciéndose así un desequilibrio.
El ámbito familiar o personal también puede mostrar variaciones que repercuten en el equilibrio, como por ejemplo el nacimiento de un hijo, que algún familiar esté enfermo o que nosotros mismos enfermemos. Por este motivo, es necesario que se establezcan los derechos de cada trabajador para que puedan lidiar con las responsabilidades laborales y familiares.
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Afectaciones que produce la falta de conciliación
Cuando no somos capaces o no se nos permite conciliar el trabajo y la familia, termina por verse afectados ambos ámbitos, repercutiendo incluso en la salud mental y física del sujeto. Cuando dedicamos un tiempo excesivo al trabajo, desequilibramos la balanza, es fácil que tarde o temprano mostremos síntomas vinculados con esta creciente demanda. La dedicación única al trabajo hace que no nos quede tiempo para otros ámbitos de nuestra vida, y con muy alta probabilidad termine quemándonos laboralmente, experiencia que también se conoce como burnout.
El aumento de la demanda de uno de los ámbitos y querer también atender y cumplir las demandas de los otros hace que se vea afectado nuestro descanso y nos sintamos más cansados, pudiendo aumentar el estrés y con ello alterar nuestra salud física, incrementando el riesgo de desarrollar algún tipo de patología, como por ejemplo una enfermedad cardiaca y nuestra salud mental, con más facilidad mostraremos síntomas propios de los trastornos de ansiedad y depresivos.
Del mismo modo, el aumento de la demanda en el ámbito laboral también repercute en el ámbito social. No le dedicamos tiempo a nuestra familia, nuestra pareja se puede sentir dolida, y nuestros amigos pueden distanciarse de nosotros, lo cual repercute entre otras cosas en una falta de apoyo social y en la aparición de la soledad no sedeada.
Si no equilibramos y solo dedicamos tiempo a uno de los ámbitos de nuestra vida, terminamos perjudicando no solo los que dejamos sin atender, sino también el atendido, puesto que nuestra motivación y funcionalidad se ven afectadas.
Derechos de conciliación laboral y familiar
Como ya hemos visto, existe una normativa que trata de conciliar el ámbito laboral con la vida personal y de familia. De este modo, tenemos derecho a pedir permisos con la intención de poder dedicar más tiempo a nuestra vida personal. Los permisos los podremos clasificar en dos categorías. Los permisos retribuidos, en este caso el tiempo que se les concede, no se les resta ni de las vacaciones, ni del suelo y tampoco lo tendrán que recuperar. Este permiso lo podemos conceder por maternidad y paternidad, ambos de 16 semanas, por lactancia, hasta los 9 meses del bebé y por vacaciones.
El otro tipo de permiso es el no retribuido, en este caso el trabajador no seguirá cobrando su salario. Distinguimos entre excedencia cuando se cesa durante un tiempo de trabajo y reducción de jornada, en este caso el salario se verá reducido de manera proporcional a la disminución de horas trabajadas.
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Cómo conciliar el trabajo con la vida personal
Vistas las alteraciones o problemas que puede comportar no contar con un buen equilibrio laboral y familiar, será necesario que intentemos en la medida de lo posible buscar la conciliación. Si no eres capaz de gestionar la situación y te ves superado, buscar ayuda profesional es la mejor opción para lograr la conciliación.
1. Informarte de tus derechos
Como hemos planteado en el apartado anterior, los trabajadores cuentan con unos derechos a los que se pueden acogerse cuando sea pertinente. No esperes a que nadie mire por ti, infórmate tú de que permisos o ayudas puedes pedir, para así poder equilibrar todos los ámbitos y poder dedicar el tiempo pertinente a cada uno.
2. Crea un horario claro
Es importante gestionar bien nuestro tiempo, organizarnos y poder disfrutar de cada ámbito. Sobre todo es fundamental gestionarnos bien cuando trabajamos desde casa o somos nuestros propios jefes, cuando no tenemos establecido un horario concreto, ya que en esta situación es más fácil que terminemos dedicándole más horas y, por tanto, perdiendo el equilibrio. Establece un horario y pon atención a cumplirlo con la máxima precisión, intenta organizarte para ser lo más productivo/a posible durante las horas laborales y así poder alcanzar los objetivos fijados y disfrutar el tiempo de descanso.
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3. Aprende a decir que no
Es clave trabajar la asertividad para ser capaz de defender tus derechos de manera adecuada. A veces por miedo a las consecuencias que podemos recibir, por falta de información, por no saber decir que no aceptamos trabajos, o por ver comprometidos nuestros derechos laborales. Por esta razón, es clave informarse de la normativa y defender los derechos que nos pertenecen.
Valora qué actividades o faenas puedes realizar y planteale a tu jefe tu propuesta para poder negociar y llegar a un acuerdo que os beneficie a los dos.
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4. Al terminar tu jornada laboral, desconecta totalmente
Es fundamental disfrutar de tiempo libre, dado que como hemos dicho, dedicarnos en exceso a un ámbito termina quemando y afectando a todos los ámbitos de vida del sujeto. Intenta separar bien el tiempo de trabajo, el tiempo que dedicas a tus hijos, el tiempo que pasas con tu pareja y el tiempo que compartes con tus amistades, todos son importantes y no podemos colocar uno por encima del otro, en especial el trabajo.
Cuando termines tu horario laboral desconecta totalmente, no respondas a más llamadas o mails de trabajo, en caso de trabajar abandona el lugar que tengas establecido para trabajar y empieza a hacer otra tarea distinta que te ayude a distraer y a centrar tu atención en otros temas. Realiza actividades con tus hijos, haz planes con tus amigos y sal a cenar con tu pareja. Estas actividades son las que realmente te permiten estar bien y ser más funcional y mostrarte más motivado en tu trabajo.
5. Cuida tu salud
Una falta de equilibrio entre los distintos ámbitos puede derivar en problemas de salud tanto físicos como psicológicos. Es crucial que sigamos una rutina adecuada y saludable para que nuestro estado no se vea afectado y nos mostremos fuertes ante los retos que puedan surgir. Es esencial que descansemos las horas necesarias, mínimo 7 horas, puede ayudarnos practicar deporte para mejorar tanto nuestra salud física como mental, puesto que ayuda a desconectar, la alimentación es también fundamental para conseguir los nutrientes esenciales para que nuestro cuerpo funcione correctamente.