¿Por qué algunas religiones usan psicodélicos?

Analizamos el fenómeno religioso y su relación con el consumo de psicotrópicos.

Por qué algunas religiones usan psicodélicos

La relación entre el consumo de sustancias psicotrópicas y la religión es casi tan antigua como el ser humano. En la mayoría de las religiones, especialmente en las de tipo ‘pagano’ (correspondientes, por tanto, a un tipo de sociedad primitiva) se han consumido algunas especies herbáceas para inducir estados alterados de la conciencia.

Por ejemplo, se tiene constancia de que el consumo de cannabis en el Valle del Indo es muy antiguo, pues se tienen evidencias de su uso en contextos rituales desde el 4.000 a.C. En concreto, a través de un dulce denominado bhang, realizado con una mezcla de leche y hojas de cannabis, que permitía al fiel ‘ver a Shiva’.

Por otro lado, en la antigua Grecia, en los rituales consagrados al dios Dionisos, los fieles consumían datura, un tipo de planta al que pertenece el estramonio y que posee fuertes dosis de alcaloides que inducen a la alucinación y al trance.

Está más que claro que prácticamente todas las religiones primitivas han utilizado las sustancias químicas presentes de forma natural en las plantas para inducirse un estado alterado, vinculado con la comunión con la divinidad. En el siguiente artículo, analizamos el fenómeno religioso y su antiquísima relación con el consumo de psicotrópicos.

¿Por qué algunas religiones usan psicodélicos?

El motivo parece estar claro: el estado de alteración mental al que induce el consumo de ciertas sustancias ‘une’ al fiel con el dios. Se trata, pues, de una comunión sagrada, durante la cual la persona abandona su ser terrenal y accede a mundos que, de otra manera, serían inaccesibles.

Dado que el consumo de este tipo de sustancias suele ir acompañado de euforia (relacionada con la locura mística), se asimila este trance jubiloso con la penetración del dios en el cuerpo del fiel, un estado privilegiado que ‘redime’ al individuo. En otras palabras, lo ‘purifica’.

El pharmakós o la purificación sagrada

En su excelente estudio The General History of Drugs (ver bibliografía), Antonio Escohotado hace distinción entre el sacrificio sagrado individual (que en griego es pharmakós) y el sacrificio sagrado colectivo (el phármakon). Como podemos ver, ambas palabras provienen de una misma raíz, lo que invita a reflexionar acerca de sus puntos de unión.

El pharmakós, es decir, la víctima sacrificial, es una ofrenda que realiza la comunidad a los dioses con el objetivo de purificarse. De igual forma que el consumo de la sustancia sagrada, se trata de establecer un ‘puente’ que conduce directamente con la divinidad. El dios o diosa agradece el sacrificio y, a través de este, se realiza la purificación.

El phármakon es, según Escohotado, una purificación comunitaria, puesto que se consigue a través del consumo en común de una sustancia psicodélica que permitirá a la comunidad de fieles unirse, al unísono, con la divinidad. Un claro ejemplo de ello son las fiestas dionisíacas que ya hemos mencionado, en las que los adoradores del dios se entregaban a una locura mística (y colectiva) promovida por la ingesta de sustancias tóxicas.

En ambos casos, se trata de una expiación, que es la base de cualquier creencia religiosa. A través del sacrificio (pharmakós) y/o de la ingesta de la sustancia sagrada (phármakon) se expulsan los miasmas, es decir, lo que es impuro; es entonces, y solo entonces, cuando el fiel es ‘autorizado’ a unirse con la divinidad.

Un ‘cambio del alma’

Las sustancias psicotrópicas (también llamadas psicodélicas) son aquellas que son capaces de perturbar los estados mentales. En concreto, interrumpen las conexiones entre las células nerviosas a través de su efecto en los neurotransmisores, por lo que alteran la percepción de la realidad. En numerosos casos, el resultado son alucinaciones de diversos tipos (auditivas, visuales, etc.).

El vocablo psicotrópico proviene de dos voces griegas: psyché (mente, alma) y trópos (cambiar, alterar). A través del ‘cambio del alma’, el individuo accedía a portales que, de otra forma, le hubieran estado vetados. Mediante esta transformación profunda, se ‘llenaba de dios’ y accedía de pleno a la purificación divina.

Existen numerosas sustancias con propiedades psicotrópicas, y la mayoría se han usado durante milenios. Una de las más conocidas es el cannabis que, al parecer, es originaria del denominado ‘Creciente Fértil’, una franja que va desde el río Nilo hasta el Indo.

Por otro lado, está profusamente documentado el uso de la amapola real para inducir estados de somnolencia y ensoñación, debido a la alta dosis de alcaloides que posee esta flor. No en vano, en la medicina actual se utilizan sus componentes para obtener morfina y distintos opiáceos, con un objetivo analgésico.

La datura (del hindi dhatura, ‘manzana espinosa’) es una planta floriácea muy venenosa, muy utilizada en la India y en la antigua Grecia, especialmente en los rituales dionisíacos. El médico griego Dioscórides ya advertía acerca de la peligrosidad de esta hierba, puesto que, en cantidades altas, era extremadamente tóxica.

Curar el cuerpo, curar el alma

Desde época antigua, el ser humano ha utilizado las plantas con propiedades psicotrópicas tanto para unirse a Dios como para curar enfermedades. Y, aunque parezcan dos cosas muy diferentes, en realidad no lo son tanto.

Ya hemos comentado que el ‘cambio del alma’ que supone la ingesta de este tipo de sustancias ‘purifica’ al individuo y lo eleva a dios. De igual forma, la enfermedad, entendida como una corrupción del cuerpo, es limpiada por la misma sustancia. Se trata, de nuevo, de una expulsión de los miasmas, de los componentes pútridos que llevan al cuerpo a enfermar.

La diferencia entre medicina y religión era muy sutil en los pueblos antiguos. La frontera entre lo físico y lo espiritual no empezó a dibujarse hasta la llegada de la medicina hipocrática; hasta entonces, cualquier decaimiento corporal era sinónimo de una putrefacción del alma.

Por tanto, debemos pensar que estos primeros hombres y mujeres utilizaban las sustancias psicotrópicas indistintamente, más si tenemos en cuenta que la gran mayoría de plantas que poseen este tipo de propiedades se siguen utilizando, hoy en día, en medicina.

Ya hemos comentado cómo a partir de la adormidera se extraen los opiáceos, que son altamente útiles para calmar dolores intensos e inducir estados de calma y sueño. Iguales propiedades posee el cannabis, así como la datura; todas ellas son poderosos analgésicos naturales.

La voluntad de los dioses

Según muchos antropólogos, el chamanismo fue la primera ‘religión’ de la historia. De hecho, aún hoy en día persisten muchas religiones que presentan todavía rasgos chamánicos.

En el chamanismo existe un individuo dotado de cualidades divinas (el chamán) que tiene el poder de ‘traer’ al dios sobre la persona. En otras palabras, el chamán hace de puente entre la realidad y la esfera divina, para lo que suele ingerir sustancias que ‘abren su mente’ y la preparan para recibir a Dios. Es lo que suele denominarse ‘trance’, durante el cual el chamán es el vehículo de la divinidad, a través del cual esta se manifiesta.

Estos efectos no solo se consiguen mediante la ingesta de plantas psicotrópicas, sino que existen gases naturales que producen consecuencias parecidas a través de la inhalación. En la antigua Grecia, el oráculo de Delfos tenía fama de interpretar la voluntad de los dioses.

Según los testimonios, la Pitia o Pitonisa se sentaba en un trípode, situado encima de una hendidura por donde emergían ciertos gases que hacían entrar a la pitonisa en trance. Una vez en éxtasis, la mujer revelaba el oráculo de los dioses al interesado.

Según los historiadores, estos gases responsables de la alteración de la mente de la pitonisa podrían ser etano, metano y etileno, que, precisamente, discurren por las fisuras de las rocas, exactamente debajo del oráculo. Una alta cantidad de estos elementos, en un espacio cerrado como era el santuario, podía ser altamente tóxica. También existe la posibilidad de que la Pitia ingiriera sustancias psicotrópicas antes de las sesiones oraculares.

La revolución neolítica y el conocimiento de los psicotrópicos

Si bien no se puede descartar que el ser humano conociera las propiedades psicotrópicas de ciertas plantas antes del Neolítico (se tienen evidencias de la presencia de drogas en contextos funerarios prehistóricos, probablemente relacionados con la idea de ‘acompañar’ al difunto en su viaje), fue la revolución neolítica la que propició el conocimiento de las plantas y sus efectos en la mente.

Para empezar, y tal y como sostiene Antonio Escohotado en el trabajo anteriormente citado, es con el Neolítico (y, por tanto, con la aparición y auge de la agricultura) que el ser humano advierte de forma clara los ciclos naturales de la vida y la muerte, reflejados en el crecimiento de los cereales. Esto alienta la creencia en unos dioses que intervienen activamente en la fertilidad, no solo de los campos, sino también de hombres y mujeres.

Por otro lado, el cultivo de vegetales promueve un conocimiento nunca visto acerca de las propiedades de cada uno; además, las primeras comunidades sedentarias forman una primitiva jerarquía social, en la que los chamanes tendrán un papel primordial en cuanto a guías espirituales del grupo.

Aparecen, de esta forma, las primeras divinidades asociadas con la magia y la toxicología. En Sumer, Ninkasi es la diosa de los brebajes; en especial, de la cerveza, pues no olvidemos que el alcohol es, igualmente, una sustancia psicotrópica. En Egipto es Isis, conocida como la Señora de la Magia, la que conoce secretos que pueden revertir la vida y la muerte. Y en Grecia, es Dionisos quien trae la vid y, por tanto, el vino, a sus fieles.

Conclusiones

Sabemos que el ser humano ha utilizado las propiedades psicotrópicas de las plantas desde antiguo; especialmente, desde la revolución neolítica y los primeros asentamientos. Las causas del uso de este tipo de sustancias han sido, básicamente, dos: medicinales por un lado, religiosas por otro.

Hemos visto cómo, antes de la aparición de la medicina hipocrática, las dos ramas se confundían, y lo que era cura para el cuerpo lo era también para el alma. Lo ‘bueno’, lo más cercano a la divinidad, era lo puro (khatarós, en griego), por lo que el ser humano debía ‘purificarse’ para acceder a los terrenos divinos.

Con el fin de expulsar los miasmas tanto del cuerpo como del alma, se consumían psicotrópicos, que servían de vehículo de sublimación. A partir de la aparición de la agricultura (aunque sabemos que las comunidades cazadoras-recolectoras ya usaban ciertas sustancias en contextos funerarios) los conocimientos sobre las plantas se perfeccionan.

Los vegetales psicotrópicos están presentes en todas partes del mundo, quizá con la notable excepción del norte de Asia y Europa, extremadamente pobre en cuanto a este tipo de sustancias. Sin embargo, en Grecia tenemos, además de la datura, el cornezuelo (en este caso, un hongo), usado especialmente en los misterios iniciáticos de Eleusis; en América, la coca y la guaraná; en Asia, el cannabis y, en África, la iboga. También las remotas islas del Pacífico poseen sus plantas psicodélicas, como el betel.

En definitiva, en todas las culturas se han utilizado sustancias psicotrópicas naturales para entrar en ‘trance religioso’. El común denominador de todas estas tradiciones es unirse al dios y derribar, de esta forma, las barreras que separan el mundo real con el espiritual.

Como dijo el poeta William Blake: “Si las puertas de la percepción se purificaran todo se le aparecería al hombre como es, infinito”. Un verso que, por cierto, inspiró a Jim Morrison el nombre de su grupo: The Doors.

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  • ESCOHOTADO, A. (2010), The General History of Drugs, vol. 1, Graffiti Milante Press
  • CALDERÓN SÁNCHEZ, M. (2017), Las drogas en Grecia y Roma, Historia y Vida, núm. 588, pp. 49-53.
  • ELIADE, M. (2007), Tratado de historia de las religiones, ed. Cristiandad
  • GUERRA DOCE, E. (2006), Evidencias del consumo de drogas en Europa durante la Prehistoria, Universidad de Valladolid
  • GONZÁLEZ WAGNER, C. (2022), Las drogas sagradas en la Antigüedad, Alianza Editorial

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Sonia Ruz Comas. (2025, abril 22). ¿Por qué algunas religiones usan psicodélicos?. Portal Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/cultura/por-que-algunas-religiones-usan-psicodelicos

Periodista

Licenciada en Humanidades y Periodismo por la Universitat Internacional de Catalunya y estudiante de especialización en Cultura e Historia Medieval. Autora de numerosos relatos cortos, artículos sobre historia y arte y de una novela histórica.

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