Mi hijo dice que ‘no’ a todo: claves para mantener la calma y educar con respeto

Evitar órdenes y recurrir a la creatividad y la reflexión, las claves segun las psicólogas.

Mi hijo dice que ‘no’ a todo: claves para mantener la calma y educar con respeto
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Alrededor de los dos años, cuando el bebé arranca a hablar, entra en una etapa que pone a prueba la crianza, con el descubrimiento de la negación: “No quiero comer”, “no quiero bañarme”, “no quiero ir a la escuela”, “Este pantalón, no”. Estar dispuestos a estimular su desarrollo cognitivo y autonomía física, a través de la paciencia y la exploración, requiere de una preparación consciente sobre la evolución del aprendizaje en la primera etapa de la infancia.

“Los seres humanos tenemos la costumbre de decirle a los menores «no corras», «no saltes», «no grites», y eso choca mucho con su expresión emocional, física y natural de indagar el mundo’’, avanza a Psicología y Mente la especialista en educación y psicóloga, Diana Jiménez, que añade: ‘‘Además, tenemos que entender que una negación por parte del menor es un reflejo o una prueba de ensayo y error”.

¿Por qué mi hijo me dice que no a todo? Lo que revela su conducta

Educar con respeto toma tiempo y más en esta etapa. Lidiar con el NO es complejo porque pone en discusión lo que antes solo decidían los adultos y puede desencadenar en un enfado. “Cuando un niño está molesto y tiene ese desborde emocional, tenemos que ser modelo para ayudarle a transitar esas emociones, aunque nos incomoden. Es necesario comprender cómo estamos interpretando esa conducta con respecto a su momento evolutivo”, añade Jiménez. Mirar con sus ojos es empatizar con sus necesidades. Por ejemplo, si se niega a ponerse los zapatos en un tiempo determinado, puede ser que esté fastidiado con la presión que siente cuando le aceleran.

Por otra parte, la negación es una herramienta muy útil para ver lo que causa en el otro. Es, además, “un recurso muy potente en el lenguaje, porque implica una reacción inmediata”, expresa la también psicóloga Alejandra Melús, experta en atención temprana y primera infancia.

La teoría del desarrollo cognitivo de Piaget explica que a partir de los dos años “es cuando los menores desarrollan la capacidad de representación. Crean imágenes mentales de la realidad, imitan las acciones de los adultos y sus pares, muestran claros signos de juego simbólico y sus competencias lingüísticas mejoran notablemente”.

Un aspecto que ha cobrado mucha importancia durante el proceso de maduración cerebral, por su sólida base científica, es que “el neurodesarrollo exitoso tiene estrecha relación no solo con la genética, sino también con el ambiente de estimulación y afectividad que rodea al niño”, asegura una investigación científica, publicada por un grupo de especialistas en la Revista Peruana de Medicina Experimental.

Cómo acompañar la etapa del “no” sin gritos y con límites respetuosos

Conscientes del efecto que tiene para las infancias la forma en la que los adultos responden ante su resistencia, la periodista y madre, especializada en infancias, Anne Bideault, recomienda no someterles, pero tampoco dejarles que con el “no” hagan lo que quieran, porque aún no son responsables de sus actos.

“Lo que aconsejo es acompañarles y permitirles esa exploración en un ambiente seguro. Por ejemplo, si quieren ver cómo arde un papel, pueden ir a mostrarles en el lavaplatos, porque sabemos que después vamos a abrir el grifo. Así calmamos la necesidad de conocimiento e integramos una norma clara para evitar que se pongan en riesgo”, agrega la psicóloga Jiménez.

Si bien no hay una sola receta durante esta etapa tan fundamental, sí existen algunas claves. Percibir que no se trata de algo personal, “sino que es lo esperable en este momento de la vida”, sostiene la psicóloga Melús. Por tanto, hay que mantener la calma y ofrecer ejemplo, quizá, dejando de repetir tanto la palabra “no” o reformulando ciertas reacciones tras el deseo del menor de querer hacer y la impotencia de enfrentar sus límites.

“Los adultos que cuidan deben preguntarse, ¿cómo estoy cultivando en mí eso que quiero aportar? Así podrían interpretar de otra manera la negatividad del menor. Si yo la defino como algo desafiante, todo a mi alrededor lo voy a ver así, pero si lo veo como una exploración dentro de un ambiente al que quiere pertenecer y no sabe bien cómo, le estaré dando una oportunidad para que aprenda a relacionarse con habilidades valiosas como el respeto, la coherencia, la comunicación, la empatía y el humor”, concluye Jiménez.

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Laura Panqueva Otálora. (2025, mayo 30). Mi hijo dice que ‘no’ a todo: claves para mantener la calma y educar con respeto. Portal Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/desarrollo/mi-hijo-dice-que-no-a-todo-claves-para-mantener-calma-y-educar-con-respeto

Laura Panqueva Otálora es periodista especializada en temas de salud, género y derechos humanos. Ha sido directora de comunicación en Médicos Sin Fronteras México y antes en Colombia. Ha trabajado como reportera y editora en la agencia EFE. Actualmente colabora para revistas internacionales.

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