¿Qué significa la sonrisa de un bebé?

Explicamos el significado de la sonrisa de los bebés, teniendo en cuenta sus fases de desarrollo.

Qué significa la sonrisa de un bebé

Los seres humanos tenemos una serie de emociones primarias que suelen estar presentes en todos los bebés, apareciendo algunas desde que nacemos, mientras que otras las vamos desarrollando durante las primeras semanas o meses de nuestra vida, entre las que cabe destacar la tristeza, el miedo, la sorpresa, la rabia o la alegría, pudiendo inferirse estas emociones a través de las expresiones faciales.

La sonrisa de un bebé comienza a manifestarse durante las primeras semanas de vida, siendo interpretadas normalmente como una expresión de alegría y estado de bienestar; sin embargo, la sonrisa durante el primer año de vida de los bebés pasa por diversas fases de desarrollo adquiriendo un significado diferente en cada una de ellas.

En este artículo vamos a explicar qué significa la sonrisa de un bebé en cada una de las fases de desarrollo de esta expresión emocional.

¿Qué indica la sonrisa de un bebé?

La sonrisa de un bebé tiene diferentes significados en función de la fase evolutiva en la que se encuentre, siendo la primera en manifestarse a la sonrisa primitiva o endógena que suele aparecer entre la primera semana y la cuarta de vida, aunque todavía no se manifiesta la alegría y gozo. Los bebés recién nacidos es común que manifiesten sus expresiones emocionales de manera bipolar; es decir, en dos estados generalmente, siendo estos el estado de bienestar y, por otro lado, el estado de malestar.

Normalmente, el estado de malestar o de estar a disgusto suele aparecer cuando se inmoviliza al bebé, el llanto lo produce cuando tiene hambre o dificultades para conciliar el sueño, entre otras razones; mientras que el bienestar suele manifestarse al principio a través de conductas como las respuestas de atención ante sonidos suaves que emiten los adultos o también se puede manifestar mediante estados de sosiego.

En torno a los 3 meses de vida surge la expresión de gozo y alegría, dándole un mayor significado a la sonrisa de un bebe, que hasta entonces había sido más bien refleja. No obstante, cabe decir que a partir de las 9 semanas de vida la sonrisa de un bebé puede comenzar a aparecer en respuesta a estímulos externos.

Aquí veremos qué es lo que significa la sonrisa de un bebé y qué es lo que pretenden transmitir dependiendo de la edad que tenga y también del contexto en el que se haya producido.

Qué indica un bebé al sonreír

Fases de desarrollo de la sonrisa de un bebé

La sonrisa de un bebé aparece de forma temprana como una especie de mueca que es interpretada de manera positiva por los adultos, llegando a inferir estos que está contento.

Además, la sonrisa de un bebé es una respuesta social que favorece el establecimiento de una relación muy afectiva con su padre y su madre, llegando a presentarse por primera vez durante las primeras semanas de vida; sin embargo, estas primeras sonrisas son consideradas como reflejas debido a que no se desencadenan por algún estímulo concreto, como el comportamiento intencional de sus padres hacia el bebé con el fin de que este sonría, sino que estas primeras sonrisas se han desencadenando con independencia de los estímulos y las personas que haya a su alrededor.

A continuación veremos cuáles son esas fases de desarrollo de la sonrisa de un bebé que aparecen a las pocas semanas de nacer y transcurren durante el primer año de vida, adquiriendo en cada fase un significado diferente.

1. Sonrisa endógena (de 1 a 4 semanas de vida)

Durante las primeras semanas de vida (entre la primera y la cuarta aproximadamente), aparece por primera vez la sonrisa de un bebé, siendo esta una sonrisa endógena, también denominada frecuentemente como refleja o espontánea.

Esta sonrisa endógena no aparece en respuesta a ningún estímulo del exterior en concreto, como pudiera ser el comportamiento gracioso de un adulto hacia el bebé, sino que esta sonrisa inicial aparece con independencia de lo que ocurra a su alrededor, produciéndose sobre todo cuando el bebé se encuentra dormido, cuando se acaba de despertar o bien como respuesta a la estimulación a través del tacto mediante caricias en algunas zonas sensibles (p. ej., las mejillas o la planta del pie).

Durante las primeras semanas de vida la sonrisa de un bebé o su lloro no son expresados con la intención de comunicar algo en particular, sino que simplemente con el llanto pretende expresar su estado de malestar y con la sonrisa el de bienestar.

Y es que gracias a esas expresiones tienen una gran importancia para el desarrollo comunicativo del bebé, ya que a partir de ellas irá aprendiendo que a través de sus conductas, generará respuestas en los demás (p. ej., que el bebé llore y la madre interpreta que quiere que le coja, llegando a calmarse una vez le tiene en brazos, de manera que confirma la atribución de su madre).

2. Sonrisa activa (5 a 8 semanas)

La sonrisa de un bebé comienza a cambiar su significado en el periodo comprendido entre las 5 y las 8 semanas de edad, momento en el que comienza a desarrollar la sonrisa activa.

La sonrisa activa comienza a aparecer hacia estímulos externos, como puede ser la voz de su madre, algunos estímulos dinámicos que visualiza como puede ser la cara de sus padres, a causa de una estimulación táctil más intensa que en el periodo anterior, etc.

Cabe destacar, que la sonrisa activa suele aparecer acompañada de arrullos, que consisten en la emisión de sonidos vocálicos de forma aislada por parte del bebé y que además suele marcar el comienzo de desarrollo fonológico a nivel de la producción de sonidos.

3. Sonrisa social (9 a 12 semanas)

A partir de las 9 a las 12 semanas aproximadamente, la sonrisa del bebé adquiere un significado a nivel social, siendo esta sonrisa denominada como “sonrisa social”.

La sonrisa social ya comienza a aparecer en la mayoría de las ocasiones en interacciones sociales con otras personas, siendo normalmente con sus padres u otros familiares.

Aquí es cuando ya podemos apreciar una sonrisa significando que hay una sensibilidad hacia el entorno que rodea al bebé, de manera que esto supone que se ha desarrollado un importante cambio a nivel evolutivo en cuanto a las capacidades cognitivas y perceptivas.

4. Alegría, gozo y risa y la sonrisa consciente (3 a 4 meses)

Entre los 2 y los 4 meses de vida surge un hito importante en torno al significado de la sonrisa de un bebé, ya que es cuando surge el gozo o alegría y también aparece la risa, siendo esta expresada de una forma bastante similar a la sonrisa.

La alegría o la risa suelen aparecer como manifiesto ante diversos estímulos muy dinámicos que se encuentren presentes en el campo visual del bebé, de forma que sean capaces de estimular varios órganos sensoriales simultáneamente.

En esta esta comienza a parecer la sonrisa consciente, siendo una clase de sonrisa más anticipativa y selectiva que las que había expresado en etapas anteriores, de forma que con ella responde ante estímulos externos que le generan placer o bienestar y también puede sonreír como una manera de expresar reconocimiento (p. ej., al reconocer la voz de su madre o una cara sonriente). Normalmente en esta etapa solamente sonríe ante caras que le resulten familiares, por lo que frente a desconocidos no suelen mostrarse sonrientes.

5. Risas y sonrisas ante interacciones sociales (a partir de 6 meses)

Ya es a partir de los 6 meses cuando la sonrisa de un bebé, así como también sus risas, comienzan a aparecer ante las interacciones sociales con personas de su entorno familiar (padres, hermanos, abuelos, tíos, etc.). Aquí es cuando suelen llegar a reírse a carcajadas ante una “pedorreta”, que es ese sonido irónico y burlón que muchos adultos hacen con los bebés.

Además, durante esta etapa del desarrollo es cuando la sonrisa de un bebé comienza a diversificarse poco, de forma que ya es capaz de mostrar diversos tipos de sonrisa con el fin de expresar diversas cosas (p. ej., alegría, diversión, etc.), por lo que aquí ya se puede apreciar que el bebé ha adquirido una considerable variedad de expresiones emocionales.

A través de estas risas, sonrisas o cualquier gesto comienza a expresarse con los adultos y de esa manera va desarrollando sus habilidades sociales.

6. Risas y sonrisas diversificadas (10 a 12 meses)

La última etapa significativa en el desarrollo de la sonrisa de un bebé transcurre cuando tiene entre 10 y 12 meses de edad, siendo ya una sonrisa aún más diversificada que en la etapa anterior. El pequeño ya utiliza la sonrisa de manera voluntaria como forma de respuesta ante una serie de estímulos predeterminados, siendo ya una sonrisa totalmente social.

Cabe destacar que las sonrisas diversificadas comienzan a contextualizarse progresivamente, de forma que el bebé esboza una sonrisa en diversas situaciones como ante la llegada de su madre.

Además, suelen reírse cuando están jugando e interaccionando con un familiar (p. ej., en el famoso juego del “cucú-tras” en el que el adulto esconde su rostro detrás de las manos y después muestra su cara rápidamente) o ante una “pedorreta”, y pueden llegar a sonreír, aunque con cierto grado de timidez, cuando se les acerca otra persona desconocida pero que muestra un comportamiento amigable y divertido.

También a esta edad el bebé puede llegar a sonreír cuando ha conseguido algo o se ríe cuando ocurre ante él algo inesperado, sorpresivo, incongruente o divertido. Aquí el bebé ya es capaz de utilizar la sonrisa y la risa para expresar que algo le produce felicidad o sorpresa, así como también es capaz de estresar que se está divirtiendo.

Es de suma importancia que cuando el bebé esté sonriendo, los adultos que esté con él respondan de forma agradable con otra sonrisa o también pueden hacerlo con una abrazo o una caricia, ya que esta es una forma de facilitar el desarrollo de un vínculo afectivo y apego saludables.

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Psicólogo

Mario Arrimada es Graduado en Psicología en la Universidad Pontificia de Salamanca y dispone de un Máster de Actualización en Intervención Psicológica y Salud Mental en la Universidad a Distancia de Madrid. Varios cursos de formación, entre ellos el de Experto en Trastornos de la Personalidad con la Asociación Española para el Fomento y Desarrollo de la Psicoterapia, de Experto en Mindfulness y de Experto en DSM5 y CIE11, ambos en la UDIMA.

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