La productividad no consiste en realizar tareas sin parar o trabajar 24/7; de hecho, intentar hacer algo así genera un gran desgaste físico y psicológico y resulta insostenible a medio y largo plazo.
En este artículo te explicamos todo lo que necesitas saber acerca de la productividad consciente y cómo puede ayudarte a reducir el estrés.
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¿Qué es la productividad consciente?
Durante la última década, la idea de ser personas más productivas se ha popularizado alrededor del mundo. Sin embargo... ¿Qué es realmente ser una persona productiva? ¿Cómo impactan en la salud los intentos de potenciar la productividad?
Gracias a la productividad se avanza hacia la conquista de nuevos logros (personales y profesionales); ahora bien, algunos "gurús" llegan a invitar a dormir menos, comer más rápido, trabajar más y hacer menos pausas, todo por lograr ser personas más productivas.
Con el paso del tiempo, diferentes estudios han confirmado que este estilo de productividad tradicional puede llegar a incrementar los niveles de burnout en personas y equipos, crear problemas para dormir y reducir la calidad de vida.
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El recurso más importante ante la necesidad de productividad
¿Llegaste a pensar en el tiempo como el recurso más importante? Es normal que sea de esta manera; por la cultura actual llegamos a entender el tiempo como la herramienta indispensable para alcanzar las metas y objetivos, pero... ¿Te has preguntado si tienes control real del tiempo? ¿O ¿i puedes pausarlo o cambiarlo?
El tiempo es un recurso que ayuda a avanzar los diferentes calendarios que existen en el mundo; sin embargo, hay un recurso que es aún más importante para tu productividad y es... tu energía. También puedes conocerla como el ánimo o motivación que tienes para hacer las cosas. Funciona de una manera muy similar a las baterías de tu teléfono o computadora.
Al utilizar toda la energía, necesitas recargarla. Por otro lado, si utilizas tu batería sin desconectarla de la corriente, es posible que afecte al funcionamiento general. Algo muy similar sucede con tu energía.
Si buscas cumplir el mayor número de tareas sin tomar una pausa o descanso, ello puede incrementar las probabilidades de aumentar el estrés y problemas de salud, por otro lado, si no utilizas tu energía, eso puede llegar a impactar tu salud emocional. Se necesita un balance entre los cuatro aspectos de tu energía: físicos, mentales, emocionales y espirituales.
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Una nueva definición de productividad
La productividad tradicional puede definirse como el resultado que se llega a conseguir en un tiempo determinado. Aquí el tiempo es protagonista, aunque sabemos que no tenemos control completo sobre él.
Al ubicar la energía como el recurso más importante, para avanzar hacia una productividad consciente podemos definir a la productividad como la decisión consciente de utilizar la propia energía para un fin presente que está alineado con los valores, objetivos y propósitos de vida.
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Hábitos cotidianos para ir hacia una productividad consciente
Avanzar hacia una productividad consciente es un proceso; toma tiempo llegar a adaptar un nuevo estilo de trabajo. Sin embargo, lo más importante es que puedas comenzar con pequeños hábitos diarios con el fin de incrementar tu productividad sin afectar negativamente a tu salud, tu bienestar y tu paz mental.
1. Intervalos de descanso
Durante la jornada laboral, es clave tener pausas frecuentes, de corta o mediana duración. Una pausa se refiere a cualquier acción que ayude a cambiar de postura y foco por unos minutos.
No debe ser mucho tiempo, empezar con pausas de 5 minutos por cada 45 minutos hará la diferencia.
Una herramienta útil en este sentido es la técnica pomodoro. Consiste en dedicarse al trabajo consciente durante 25 minutos seguidos con pausas activas de 5 minutos.
Para disfrutar al máximo los intervalos de descanso también te recomendamos aprender a meditar. Es una práctica muy sencilla de hacer, y los resultados a nivel emocional, físico y mental son muy profundos.
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2. Mejorar horarios descanso
Tener un buen descanso es la base para aumentar el bienestar. Sacrificar tiempo para dormir por intentar aumentar la productividad es contraproducente, a largo plazo puede llegar a incrementar el riesgo de enfermedades.
Para realizar progresos en este sentido, crea una rutina para dormir. Una hora antes de tu hora promedio de descanso, crea un espacio con luz baja, olores relajantes y sonidos que te ayuden a conseguir un descanso profundo.
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3. Practicar meditación y ejercitar atención plena
La meditación es la práctica de llevar la atención hacia la respiración; busca conectarte en el presente.
Diferentes estudios demuestran que meditar regularmente aporta varios beneficios, como por ejemplo la reducción del estrés.
4. Ejercicio y movimiento
El ejercicio ayuda a estimular la producción de hormonas como la dopamina, serotonina, endorfina o encefalina, las cuales se relacionan con la sensación de felicidad y bienestar. Practicar ejercicio durante unos minutos al día ayudará a que tu productividad y motivación aumente.
No necesarias mucho tiempo para empezar, comienza con 15 minutos de caminatas todos los días. Sin distracciones.
En caso de que no tengas mucho tiempo para hacer ejercicio es clave que puedas tomar pausas activas (como mencionamos anteriormente). Mantener una misma postura o videollamadas frecuentes puede producir fatiga mental que puede ser compensada en parte con la actividad física.
5. Hidratación y buena alimentación
El cuerpo es 70% agua. Tomar agua con frecuencia durante el día y tener una dieta balanceada y aplicada al día a día con calma es un pilar fundamental para aumentar el bienestar y la productividad consciente. Es recomendable que en cada pausa activa toma un vaso de agua.
Conclusiones
La productividad también cambia con el tiempo y esta nueva era, tiene como eje central la energía vital de cada persona.
Además, la energía es el recurso más valioso en la productividad del mundo moderno. Se busca conseguir un compromiso total con el presente.
Por otro lado, el descanso es pilar fundamental, no solo para la productividad también para el bienestar.
Recuerda que productividad no es igual a estrés. Con diferentes hábitos se puede llegar a reducir en el día a día.
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