Una de las principales características de Internet es su capacidad de generar productos muy diferentes; experiencias que, más allá de tener en común el hecho de ser accesibles a través de dispositivos electrónicos con pantalla, se parecen poco entre sí.
Esto tiene implicaciones en el mundo de la publicidad. Si hasta hace pocos años los formatos de publicidad habían sido los mismos durante décadas, actualmente el marketing es increíblemente dinámico y está en constante transformación, explorando nuevas oportunidades para que los anunciantes tengan proyección y se diferencien de sus competidores. Esto ha dado lugar a los tipos de publicidad digital que existen; todos ellos son el resultado de haber estado experimentando con las opciones que Internet pone al alcance de las personas y de las empresas.
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¿Qué tipos de publicidad digital existen?
Prácticamente cualquier empresa u organización que quiera anunciarse en la actualidad, sobre todo si lo que ofrece va dirigido a gente joven o de mediana edad, debe conocer las distintas clases de publicidad digital. No solo porque hoy en día prácticamente todo el mundo utilice Internet, sino porque el mundo digital ofrece unas posibilidades de creación de campañas publicitarias que, utilizadas sabiamente, son altamente eficientes y permiten que casi todo el dinero invertido vaya dirigido a ganar exposición ante potenciales compradores.
Además, no nos engañemos, incluso si una compañía no está sacando partido de la publicidad digital, es más que probable que su competencia sí lo esté haciendo.
Si quieres tener una visión general de los tipos de publicidad que existen, sigue leyendo; aquí los encontrarás clasificados según varios criterios.
Tipos de publicidad digital según su modo de adaptación al consumidor
Esta clasificación se basa en hasta qué punto los anunciantes tratan de hacer que sus piezas de publicidad sean mostradas únicamente a determinados perfiles de potenciales consumidores o clientes.
1. Publicidad no adaptada
Aunque cada vez son más raros, aún existen casos de publicidad que prácticamente aparece de manera aleatoria, sin que haya existido una intención de buscar un perfil concreto de potencial consumidor. Como máximo, la campaña de publicidad tendrá en cuenta el medio en el que se muestra el anuncio (es decir, una página web, un listado de mailing, etc.), de manera que todas las personas que podrían ver ese anuncio tienen, en principio, las mismas probabilidades de entrar en contacto con él.
La única ventaja de este tipo de publicidad digital es lo sencillo que resulta ponerlo en circulación, así que es apta para “novatos” y para gente que apenas tiene formación en marketing.
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2. Publicidad adaptada por segmentación de públicos
En este tipo de publicidad digital, existe un cierto grado de adaptación a públicos objetivos que ya están divididos de manera objetiva de antemano, gracias a la información textual asociada a cada usuario.
Por ejemplo, cuando ciertas redes sociales ofrecen la posibilidad de mostrar un anuncio únicamente a personas que vivan en cierto país o región o solo a gente de determinada franja de edad, está haciendo uso de esos criterios que se guían por categorías de bases de datos.
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3. Publicidad adaptada según cookies de terceros
Si en el anterior tipo de publicidad digital el grado de adaptación se fundamentaba en la información textual (es decir, plasmada en palabras y códigos numéricos predefinidos de antemano), la adaptación basada en cookies de terceros se guía no tanto por las categorías, sino más bien por el comportamiento de los usuarios. Esto se logra asignando una cookie a cada usuario, de manera que cierta información acerca de sus pautas de navegación por Internet quede registrada y sea accesible a los anunciantes. De este modo, a medida que pasa el tiempo, es posible intuir sus preferencias e intereses según lo que haya estado visitando y buscando por la red de redes.
Como habrás intuido, la publicidad basada en cookies de terceros puede llegar a entrar en conflicto con el respeto a la privacidad de las personas, y es por eso que muchos países obligan a las webs a avisar siempre acerca de la existencia de estos elementos de marketing, dando la opción de rechazarlos.
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4. Publicidad contextual
La publicidad contextual es aquella que se adapta a la temática de la página en la que se muestra, de manera que se adapta a los usuarios de manera indirecta, bajo la presuposición de que si alguien está visitando cierto lugar de Internet es porque lo que se trata en él le genera interés.
Tiene la ventaja de que respeta totalmente la privacidad de los usuarios porque no se basa en información recopilada sobre cada persona, y además, tiende a adaptarse mejor a las preferencias de cada uno en tiempo real (la publicidad por cookies de terceros toma decisiones según lo recopilado durante semanas, independientemente de lo que la persona pretenda hacer en un momento concreto). Por ejemplo, si una web publica un artículo sobre alimentación para deportistas, los anunciantes de batidos de proteínas pueden decidir que ese es un buen lugar para poner un anuncio
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Tipos de publicidad digital según su formato
Pasemos ahora a ver los tipos de publicidad digital basándonos en el formato que adopta la pieza publicitaria, es decir, el modo de presentación de la información y su manera de ser percibida por los usuarios.
1. Email marketing
Tal y como su nombre indica, el email marketing se basa en el envío de correos electrónicos a personas cuya dirección de email estaba en un listado concreto. Estas piezas de publicidad suelen consistir en emails enteramente dedicados a una marca, producto o servicio, aunque también es posible que ese espacio sea compartido por varias empresas (por ejemplo, al añadir un faldón publicitario a una newsletter).
Dependiendo del grado de información que se tenga acerca de los usuarios que aparecen en ese listado de emails, será más o menos posible segmentar por públicos objetivos, mandando esos anuncios solo a determinado tipo de personas.
2. Banners de publicidad
Los banners de publicidad son las piezas publicitarias que aparecen integradas en la maquetación de las páginas web, normalmente en los márgenes del contenido pero a veces también entre párrafo y párrafo. Estos anuncios pueden consistir únicamente en piezas visuales estáticas, o bien vídeos, gifs u otros formatos que incorporan imágenes en movimiento. Además, tienen enlaces incorporados, de manera que es posible hacer clic sobre un banner e ir a la página web que el anunciante desee (normalmente, a la de compra de un producto o servicio).
Este es uno de los tipos de publicidad digital más clásicos, pero con el paso del tiempo, las personas se han acostumbrado a prestar muy poca atención a los banners. Eso sí, las probabilidades de que un usuario haga clic sobre él aumentan mucho si forma parte de una campaña de publicidad adaptada.
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3. Patrocinios y colaboraciones
Este tipo de publicidad consiste en asociar una marca, producto o servicio a una entidad que capte la atención de una gran parte del público objetivo y que genere seguimiento. Por ejemplo, es habitual que influencers promocionen productos a través de sus redes sociales, e incluso es posible incorporar piezas de publicidad física en vídeos de YouTube de un canal seguido por un tipo de personas propensa a comprar lo que se anuncia.
4. Publicidad en redes sociales
La publicidad en redes sociales es aquella que se basa en las opciones de potenciación del alcance de publicaciones en redes sociales como Facebook, Instagram… Es decir, que son publicaciones realizadas desde una cuenta abierta por la marca o empresa que se promociona, y en las cuales se ha invertido dinero para que tengan mayor repercusión, siendo mostradas a muchas más personas de lo que resultaría normal sin pagar.
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5. Mobile ads
Los mobile ads son aquellos en los que se muestran anuncios incorporados dentro de una app para smartphone. Normalmente tienen la apariencia de un banner como los que podemos encontrar en cualquier página web. Para anunciarse de este modo, hay que pagar a la compañía que tiene los derechos de esa aplicación en concreto.
6. Anuncios en buscadores
Los anuncios en motores de búsqueda forman parte de lo que se conoce como SEM (Search Engine Marketing). Este tipo de publicidad digital se plasma en los resultados de búsqueda que quedan ubicados en la parte alta de los resultados que obtenemos al buscar algo en páginas como Google o Bing, de manera que quedan a la vista del 100% de quienes han realizado la búsqueda escribiendo determinadas palabras o frases.
Es decir, que si la mayoría de resultados obtenidos al buscar algo en webs de este tipo quedan posicionadas de manera orgánica según los criterios SEO (Search Engine Optimization), con el SEM este posicionamiento privilegiado se obtiene pagando a los motores de búsqueda.
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