Desvenlafaxina: usos, efectos secundarios y precauciones

Este fármaco de tipo IRSN es útil en el tratamiento de los síntomas de la depresión.

Desvenlafaxina
Este fármaco antidepresivo es muy conocido bajo el nombre de Pristiq.Pixabay.

Actualmente, se comercializan una gran cantidad de fármacos antidepresivos para el tratamiento de trastornos psicológicos. Sin embargo, no todos son igual de eficaces según qué casos. Por ese motivo, es necesario contar con una gran variedad de medicamentos.

En el caso de la desvenlafaxina, se ha constituido como un fármaco muy eficaz para ciertos trastornos depresivos y de sintomatología ansiosa; siendo eficaz, seguro y bien tolerado por las personas que lo consumen.

¿Qué es la desvenlafaxina?

La desvenlafaxina, comercializada popularmente bajo el nombre de Pristiq, es un fármaco antidepresivo que se categoriza dentro del grupo de los Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Serotonina y Noradrenalina (IRSN).

Para ser más exactos, la desvenlafaxina, es un derivado sintético del metabolito principal de la venlafaxina, otro antidepresivo IRSN.

La función principal de la desvenlafaxina es la de inhibir los transportadores de noradrenalina y serotonina, de esta manera se ejerce un efecto sobre los niveles de estos dos neurotransmisores, los cuales tienen tienen una gran implicación en la regulación del estado de ánimo de las personas.

¿En qué trastornos se prescribe?

Al igual que otras medicaciones con efectos antidepresivos propias de esta categoría, la desvenlafaxina posee numerosas aplicaciones en trastornos como el trastorno depresivo mayor, los trastornos de ansiedad y el tratamiento del dolor neuropático.

Además, se ha establecido como el primer tratamiento no hormonal para la sintomatología emocional propia de la etapa de la menopausia.

1. Trastorno depresivo mayor

El trastorno depresivo mayor es una afección del estado de ánimo que se distingue porque la persona experimenta sentimientos de tristeza de manera invasiva y perseverante. Así como sentimientos de cólera, frustración, una baja autoestima y una pérdida del interés por todo lo que antes le resultaba placentero.

Además, esta sintomatología debe darse durante un largo periodo de tiempo e interfiriendo en la mayoría de aspectos de vida.

2. Trastornos de ansiedad

Los trastornos de ansiedad son un grupo de afecciones emocionales diferentes que se caracterizan por provocar en la persona sentimientos de temor y ansiedad patológica.

Según la gravedad del trastorno o del estado del paciente, las emociones que caracterizan los trastornos de ansiedad pueden ir desde una mera sensación de nerviosismo hasta crisis de pánico.

3. Dolor neuropático

El dolor de origen neuropático es provocado por una actividad patológica del sistema nervioso, la cual puede presentarse de dos manera diferentes: o bien enviando señales dolorosas sin que exista un estímulos real que las cause, o bien interpretando estímulos sensoriales comunes como muy dolorosos.

4. Menopausia

Los cambios hormonales propios de la menopausia pueden ocasionar en las mujeres una serie de síntomas psicológicos que afectan, entre muchas otras cosas, a su estado de ánimo.

Estos síntomas de la menopausia incluyen cambios en el humor o en el estado de ánimo, sensaciones o sintomatología ansiosa e irritabilidad. Acompañados de insomnio, alteraciones en el deseo sexual o falta de concentración.

¿Cómo se administra?

La desvenlafaxina se comercializa en forma de comprimidos de liberación prolongada para consumir por vía oral. Eso sí, es imprescindible consumirla solo bajo prescripción médica, y siguiendo al pie de la letra las instrucciones dadas. Lo que viene a continuación son las indicaciones que suelen seguirse, pero hay excepciones.

La dosis habitual es de un comprimido al día, el cual debe de tomarse todos los días y aproximadamente a la misma hora. Esta puede ser ingerida tanto con comida como con agua, en la mayoría de los casos. No obstante, el paciente no debe partirla, devolverla, ni masticarla; sino que la debe engullir entera.

En totalmente necesario que el paciente siga las instrucciones de administración de su médico. Esto significa que no se podrá modificar la dosis tomando más de lo recomendado o ni con más frecuencia, puesto que esto puede suponer graves consecuencias para la salud de este.

Es posible que transcurra un periodo de tiempo variable antes de que el paciente comience a percibir los efectos de la desvenlafaxina. A pesar de esto, es imprescindible que este no deje de tomar la medicación. De la misma manera que no debe de dejarla aunque perciba que ya se siente bien.

El motivo es que la retirada abrupta de este fármaco puede causar síntomas de síndrome de abstinencia. Estos síntomas incluyen mareos, náuseas, sensación de ansiedad, fatiga y problemas de sueño entre muchos otros.

En el momento de finalizar el tratamiento, el médico procederá a reducir gradualmente las dosis con el objetivo de reducir al mínimo los efectos nombrados anteriormente.

¿Qué efectos secundarios tiene?

Como muchos otros fármacos antidepresivos, la desvenlafaxina posee una serie de efectos secundarios no deseados que pueden dividirse en efectos secundarios no graves y efectos secundarios graves.

En el caso de que el paciente experimente algún tipo de efecto secundario no grave de manera persistente, es conveniente que se ponga en contacto con su médico. Mientras que si experimenta alguno de los efectos secundarios graves es necesario que informe al facultativo cuanto antes.

Efectos secundarios no graves

  • Vértigos.
  • Visión borrosa y dilatación de pupilas.
  • Sensación de fatiga.
  • Sequedad bucal.
  • Pesadillas.
  • Temblores.
  • Somnolencia.
  • Problemas en la micción.
  • Alteracions en el deseo y el rendimiento sexual.
  • Entumecimiento o sensación de ardor en algunas zonas corporales.

Efectos secundarios graves

Estos son los efectos secundarios graves de la desvenlafaxina.

  • Problemas cutáneos como sarpullido, urticaria o inflamación.
  • Problemas respiratorios.
  • Alteraciones en el ritmo cardiaco.
  • Fiebre.
  • Ataques de tos.
  • Pérdida del conocimiento.
  • Convulsiones.
  • Alucinaciones.
  • Problemas de concentración y de memoria.
  • Sensación de confusión.
  • Debilidad muscular.
  • Diarrea.
  • Vómitos.
  • Falta de coordinación
  • Desmayos.

¿Qué precauciones se deben tomar?

Antes de iniciar el consumo de la desvenlafaxina, los pacientes deben informar al profesional médico acerca de posibles características personales o hábitos que podrían interferir con los efectos del fármaco. Por ejemplo, cualquier alergia, enfermedad o condición especial de salud en la que se encuentre. Además, también es necesario que el facultativo tenga conocimiento de cualquier medicación, suplemento vitamínico o compuesto natural que esté consumiendo.

Los efectos sedantes de la desvenlafaxina pueden verse incrementados con el consumo de alcohol, por lo que el paciente deberá tomar especial precaución en este aspecto.

Estos efectos sedantes pueden afectar también a la conducción y al manejo de maquinaria pesada, por lo que se recomienda no realizar estas actividades hasta que el paciente esté seguro de los efectos que la medicación le provoca.

Finalmente, se ha demostrado que la desvenlafaxina puede ocasionar algunos problemas de salud en niños recién nacidos cuando ha sido consumida durante los últimos meses de embarazo. Por lo tanto, en necesario que el médico tenga conocimiento de si la paciente está embarazada o tiene intención de quedarse, y solamente administrarla en los casos en los que sea absolutamente necesario.

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Isabel Rovira Salvador. (2017, diciembre 20). Desvenlafaxina: usos, efectos secundarios y precauciones. Portal Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/psicofarmacologia/desvenlafaxina

Psicóloga Sanitaria y Sexóloga

Licenciada en Psicología por la Universitat de València. Especializada en Sexología Clínica y Terapia de Pareja por el Instituto Superior de Estudios Psicológicos (ISEP) donde, entre otras cosas, descubrió su pasión por la psicología de la infertilidad. Para completar su formación clínica, realizó el Máster de Psicología General Sanitaria en la Universitat de Valencia.

Ha desempeñado labores de psicóloga en diversos centros, entre ellos la Unidad de Salud Mental del Hospital Clínico Universitario de Valencia y el Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) en Barcelona.

Actualmente, Isabel compatibiliza su trabajo con un blog divulgativo llamado “Sexplícitamente Hablando”. En el que reflexiona sobre aspectos psicológicos de las relaciones personales y sobre la sexualidad.

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