En anteriores artículos hablamos sobre la complejidad de la felicidad debido a la presencia de dos Yoes que tienen en cuenta distintos elementos para valorar el grado de felicidad en nuestra vida. A esto hay que sumarle los frecuentes errores en el pensamiento presentes en la naturaleza de nuestra mente.
La cantidad de sesgos cognitivos que los seres humanos cometemos en nuestro día a día es altamente conocida y desarrollada por psicólogos como Dan Ariely y Daniel Kahneman debido a la limitación de tres de nuestros procesos cognitivos: la atención, la percepción y la memoria.
No obstante, el sesgo que más cometemos los humanos a la hora de pensar en nuestra felicidad es un error cognitivo conocido como la ilusión del enfoque.
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¿Qué es la ilusión de enfoque?
En su investigación sobre la felicidad, Kahneman añade este sesgo como un elemento distorsionador de nuestra percepción de la realidad, que nos lleva a valorar nuestro nivel de satisfacción con la vida en función de la información más accesible en el momento presente.
Se trata de un sesgo cognitivo o error en el pensamiento humano que consiste en la distorsión de la importancia que un aspecto puede tener sobre nuestra felicidad en el momento en el que lo estamos pensando. En otras palabras, es el desafortunado hecho de que no podemos pensar en ninguna circunstancia que afecte al bienestar sin distorsionar su importancia.
El experimento del orden de las preguntas
Un conocido experimento en el que se reluce este sesgo y la distorsión de nuestros juicios elaborados ante información puntual es aquel en el que se les pregunta a estudiantes que evalúen, en general, el bienestar de su vida. A continuación se les pregunta por cuantas citas han tenido el último mes. La correlación entre la puntuación de estas preguntas es insignificante (0.012). Las preguntas se contestan de manera independiente.
No obstante, si invertimos su orden y preguntamos primero por las citas y después por la felicidad la correlación aumenta hasta a 0.66. Una pregunta influye sobre la otra. El orden de las preguntas ha afectado a su respuesta. Una distorsión cognitiva basada en el cambio del foco.
A través de este experimento, queda reflejada la influencia de la ilusión del enfoque, que según Kahneman puede describirse con la siguiente frase: “ninguna cosa de la vida es tan importante como pensamos cuando pensamos en ella”.
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Conclusión
Por mucho que nos pese, este mecanismo de pensamiento influye en todos los aspectos de nuestra vida, y nos lleva a actuar de una forma que puede que no se acerque a lo que realmente nos hace felices. Por eso, en muchas ocasiones, sobrevaloramos la importancia de comprar ese coche, apuntarnos al gimnasio, comenzar esa relación, invertir en un nuevo negocio, adoptar un perro... y el modo en el que eso aumentará nuestro grado de bienestar cuando, en realidad, podemos estar siendo víctimas de este sesgo cognitivo.
Si podemos sacar algo en claro de este hallazgo de nuestra psique, es que nada en la vida es tan importante como piensas que es mientras estás pensando sobre eso. El bienestar humano siempre depende de la ilusión de su enfoque.
Referencias bibliográficas:
- Kahneman, Daniel. Pensar rápido, pensar despacio. Barcelona: Debate, 2012. ISBN-13: 978-8483068618.
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