La demencia es una pérdida progresiva de las funciones cerebrales vinculadas en primer lugar, a los procesos psicológicos superiores, y en segundo lugar, a las funciones vitales. En la mayoría de los casos, este proceso patológico aparece a edades avanzadas, lo cual ha hecho que la demencia haya sido asociada a la vejez, si bien en ocasiones puede tener su inicio antes de la cincuentena.
Hay varios tipos de demencias, de la cual la más frecuente es la enfermedad de Alzheimer, y en ellas es muy común que los primeros síntomas cognitivos y conductuales empiecen a notarse cuando el cerebro ya ha experimentado un cambio muy significativo. Por otro lado, en estas enfermedades neurodegenerativas no solo hay síntomas negativos: también aparecen otros, como los delirios y las alucinaciones, que son de tipo positivo, en el sentido de que no suponen simplemente el desgaste de capacidades presentes en personas sanas.