Veamos qué es y qué hacer ante el trastorno de pánico, sus manifestaciones y síntomas, y por qué es importante acudir al psicólogo si se experimenta en primera persona esta alteración psicológica.
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¿Qué es el trastorno de pánico?
El trastorno de pánico es un síndrome psicopatológico que se caracteriza por episodios de ansiedad aguda que se manifiestan de manera repetida, espontánea, abrupta e inesperada. Las crisis de ansiedad o pánico pueden tener diferente duración, desde unos pocos minutos hasta una hora, y alcanzan su máxima intensidad en un corto periodo de tiempo.
Cuando surge esta alteración psicológica, la persona siente de forma inesperada una experiencia intensa con un nivel significativo de angustia y malestar, de miedo psicológico y físico. La persona con ataques de pánico suele tener miedo a perder el control, a morirse y a volverse loca. Las crisis de pánico no se relacionan con un objeto o situación específicas.
De manera frecuente, estas personas tienen miedo a que padecer otras crisis de pánico en otras situaciones parecidas. Además, suele asociarse las crisis de pánico con agorafobia, dado que el trastorno de pánico se relaciona con el miedo a enfrentarse a ciertas situaciones de las que sería difícil escapar o salir, o en las que uno se sentiría avergonzado por mostrar los síntomas o el sufrimiento derivados de su propia interpretación de la realidad.
Según la psicóloga Florencia Stolo, del gabinete malagueño de Psicólogos Málaga PsicoAbreu, el trastorno de pánico se fundamenta en tenerle miedo a un posible ataque de angustia y ansiedad muy elevada, una experiencia en la que la propia persona cree que no es capaz de controlar los ataques y tiene un locus externo de la propia situación (es decir, una interpretación de la situación en la que esta es vista como algo externo a uno mismo e incontrolable, que le ocurre en algunas ocasiones). La psicóloga afirma que dándole al paciente la capacidad de control de sus propias emociones y de las crisis, se consigue que las reduzca y las controle.
Síntomas
Los síntomas más frecuentes del trastorno de pánico son los siguientes.
- Taquicardia: el corazón va más rápido.
- Palpitaciones: el corazón late más fuerte. Se perciben “vuelcos” del corazón y se eleva la presión arterial.
- Sensación de ahogo o falta de aire.
- Sequedad de boca.
- Dificultades para respirar.
- Presión o dolor en el pecho.
- Hormigueo o entumecimiento de las extremidades.
- Hipersudoración (sudoración excesiva).
- Temblores.
- Inestabilidad, desmayo o mareo.
- Nauseas o molestias abdominales.
- Sofocos o escalofríos.
- Miedo a perder el control o el conocimiento, o a morir de manera inminente.
Como síntomas menos frecuentes y en momentos de mucha ansiedad se llegan a experimentar despersonalización (sensación de extrañeza al ambiente que le rodea o a su propio cuerpo) o desrealización (alteración de la percepción o de la experiencia del entorno que se interpreta como irreal o extraño).
¿Qué hacer si se tiene trastorno de pánico?
Lo más importante es acudir a un psicólogo sanitario especializado en tratamiento de la ansiedad para que evalúe el caso en concreto. Una vez en consulta, el psicólogo seguramente utilice las siguientes herramientas y técnicas.
1. Psicoeducación
Se le explicará al paciente qué es lo que le pasa, en qué consisten los ataques de pánico, su sintomatología y todos los acontecimientos circundantes a las crisis de ansiedad que ya le han ocurrido. También se le explicará cómo las crisis de pánico y su miedo a ellas están afectando en su día a día y en sus relaciones con los demás.
Es útil que el paciente entienda cómo interpreta de una forma catastrófica las sensaciones físicas que experimenta.
2. Técnicas de relajación
Se le explicarán al paciente diversas técnicas de relajación para darle herramientas con las que poder relajarse y que aumente su sensación de control sobre las crisis y sobre todo lo que ocurre, lo que le ayudará a sentirse más segura.
La relajación permitirá llevar a cabo el resto de técnicas cognitivas y conductuales, que ayudarán a que la persona controle en mayor medida las crisis de ansiedad. Por ejemplo: la técnica de relajación progresiva de Jacobson, la respiración diafragmática, la relajación progresiva de Schultz…
3. Técnicas cognitivas
Para identificar y conocer los pensamientos disfuncionales propios del paciente en las situaciones de mayor ansiedad, es útil que rellene un autorregistro. Las técnicas cognitivas también son útiles para poder ir abandonando las conductas de seguridad, que le permiten a la persona sentirse segura en los diferentes ámbitos sin necesidad de esas acciones desadaptativas. Por ejemplo, entre las técnicas cognitivas que el psicólogo puede utilizar encontramos el modelo A-B-C de Ellis, la reestructuración cognitiva, el discurso socrático…
4. Técnicas para aumentar la autoestima y el autoconcepto
Son para que el paciente se sienta más seguro en el control de las situaciones que le rodean y mejoren sus relaciones sociales y sus relaciones con su entorno.
5. Otras herramientas psicoterapéuticas
Se pueden utilizar otras herramientas o procedimientos como el Mindfulness, Terapia EMDR (Desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares)… que aceleren o complementen todo lo anteriormente citado.
El gabinete de Psicólogos Málaga PsicoAbreu tiene psicólogos especializados en el tratamiento de los trastornos de ansiedad, como el trastorno de pánico, que podrán ayudarte a recuperar tu día a día.